Un recorte «del orden del 05%» y no de «al menos el 05%»

BRUSELAS- Al ministro de Economía, Luis de Guindos, no le quedó más remedio que mostrarse firme y convincente en el seno de la reunión del Eurogrupo que se celebró el pasado lunes. En primer lugar, y minutos antes de la crucial cita, en un encuentro con su homólogo alemán, el siempre inquebrantable Wolfgang Schauble, al que reiteró el compromiso ineludible del Gobierno español de cumplir con sus compromisos europeos y de consolidación fiscal. Después, ya en la reunión con los ministros de los 17 países de la eurozona, tuvo que explicar la situación y enfrentarse a los recelos de la Comisión Europea y del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, respecto a la hoja de ruta trazada hasta 2013. «El debate fue tenso y se notaba que se estaban esperando mutuamente, pero prevaleció la idea de que había que enviar una señal a los mercados de que España está dispuesta a hacer más esfuerzos», explicaron a LA RAZÓN fuentes del Consejo.

Una vez que el titular de Economía aceptó incrementar el esfuerzo en 2012 para asegurar la consecución del objetivo de déficit del 3 por ciento en 2013, se produjo otra pequeña batalla que ganó para España: la referida a los términos exactos del comunicado final que se daría a conocer a la Prensa. De Guindos consiguió acordar una frase que especifica que el Eurogrupo considera que la corrección a tiempo del déficit debe garantizarse con un esfuerzo adicional «del orden del 0,5% del PIB», anulando otras posibilidades más duras como «al menos» o «más del» 0,5%. Se trataba de cerrar bien el texto para impedir más exigencias de la UE en próximos meses. Cuestión de detalles, pero muy importantes cuando se negocia por la noche en Bruselas.

La broma de Juncker
Ayer, ya más relajado, el ministro de Economía era preguntado por las famosas fotos en las que se ve al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, apretándole el cuello. De Guindos lo atribuyó a que éste es «muy efusivo».Antes del inicio del Eurogrupo de la tarde del lunes, Juncker agarró con sus manos el cuello de De Guindos, simulando que intentaba ahogarle. El ministro reaccionó al principio con gesto sorprendido, aunque después sonrió y al final ambos acabaron abrazándose, en una secuencia que fue captada por los fotógrafos y las cámaras de televisión.

De Guindos manifestó, en la rueda de prensa con motivo del Consejo de Ministros de Finanzas de la UE, que el titular sueco le recordó que Juncker una vez le dio en la cabeza «con un mazo de periódicos».«No tiene más importancia. Es una persona efusiva y afable», dijo sobre Juncker, también primer ministro de Luxemburgo, con quien aseguró que tiene «una magnífica relación personal».