Asalto al sistema por Pilar Ferrer

La virulenta escalada del 25-S avanza. Ya ni siquiera buscan que la «calle tiemble», como arengan en las redes sociales, sino que pasan por encima de las autorizaciones legales para ello. Darse una vuelta estos días por el Congreso de los Diputados es todo un espectáculo, pertrechados sus alrededores de policías, vallas de protección y turistas que lo fotografían bastante atónitos. Un lamentable escenario, del que se hacen eco medios informativos extranjeros, en busca de una imagen dañina y sórdida de España. Lo peor ante los necesarios esfuerzos para salir de la crisis. Bajo el sofisma de la libertad de expresión, un grupo de vándalos, hábilmente manejados por otros, actúan al más puro estilo bolchevique. Como en el asalto leninista al Palacio de Invierno, estos airados manifestantes se pasan el sistema legal y democrático por el forro de sus chaquetas. La indignación ciudadana ha de estar siempre bajo el imperio de la Ley, algo que no respetan. En contra de su lema, totalmente falso, esto es una expresión sin libertad. La que ven amenazada quienes no secundan sus panfletos, alterando su vida diaria por estos provocadores y broncos pandilleros.
La llamada Coordinadora del 25-S esconde intereses espúreos. Como muy bien dice Cristina Cifuentes, magnífica en su papel de delegada del Gobierno, las Fuerzas del Orden están para garantizarlo. Impresentable resulta la actitud de algunos diputados, que olvidan por completo su papel institucional. Si tan defensores son de estas marchas ilegales deberían empezar por devolver sus actas y el jugoso sueldo parlamentario. Decía Lenin que la conciencia marxista y revolucionaria hay que introducirla por la fuerza y desde fuera. Aquí ya tenemos una lucha similar, un movimiento antisistema puro, duro y nada democrático.