Guti no ha superado su ruptura con Noelia por Jesús Mariñas

Surge ahora una nueva versión de la relación entre Iker Casillas y Sara Carbonero. En esta ocasión, no se trata ni de un invento ni de una pareja prefabricada. A ver si les dura. Este romance entre Guti y Romina nos da un respiro, aunque haya sido fruto de un flechazo, ya que hace cuarenta días el futbolista se lamentaba ante mí cuando coincidimos en Estambul. No ha encajado todavía su anterior ruptura y casi gimoteaba por el deseo de volver con su ex, Noelia. Lo de ahora parece de novela o un culebrón como aquellos que se hacían en Venezuela antes de que llegara al poder Chávez, que aniquila cualquier esencia patria. Esos folletines tenían una fama mundial que ahora arropan los oriundos de Colombia y México. *

Ojalá que lo que en estos días comienza entre el ex madridista histórico y la tucumana Romina, entrañable compañera en las mañanas de «Espejo Público» –donde trabaja con gran dedicación–, llegue a más. Por el momento, nos tienen asombrados con las muestras de una pasión que parece incontrolable, y a la altísima moza no hace falta preguntarle con aire de copla: «¿Por qué tienes ojeras esta noche, dónde fuiste, mi amor, de madrugada?», como canta un tango argentino. Ella está feliz y vaticina lo mejor para su relación, aunque por el momento hay opiniones de todo tipo, pero Romina es de las que inteligentemente prefieren equivocarse a dejar de hacer. Mientras, Guti se reinstala en Madrid después de rescindir su contrato con el equipo turco que tampoco renovó a Güiza, quien ahora vuelve a enredarse en líos paternales con Nuria Bermúdez.

La verdad es que reconforta ver el entusiasmo de Belluscio, nada que ver con el de la hija de Tyron y Linda Christian. Qué pena de matrimonios aparentemente bien avenidos, como el de Romina y Al Bano, que de nuevo se ponen a caldo en la televisión, o Palomo Linares, que se enfrenta a la demanda de Marina, igual que Bisbal, a quien acusan de rácano. Imanol y Pastora Vega no llegaron a tales extremos y la forma de llevar su separación fue ejemplar al evitar airear sus trapos sucios. En la misma tarea andan Blanca y Borja Thyssen, quien agrían anticipadamente las Navidades a Tita, que no entiende la conducta de su hijo, por el que tanto batalló en todos los frentes.

¡Qué será de Guti y Romina! Yo estuve presente en la boda del futbolista con Arancha, y fui testigo de cómo disfrutaron con la compra de su primera casa ibicenca y también cuando se enzarzaron en el campo de batallas domésticas en las que Makoke Matamoros ejerció de paño de lágrimas –y algo más– de Guti. Ahora, animo a la argentina que camina por los pasillos de Antena 3 con unas camisetas bien holgadas, que las más ajustadas son más de Terelu.