Redes sociales

Más de la mitad de los jóvenes de entre diez y once años dispone de teléfono móvil para uso propio

Casi un 80 por ciento de los jóvenes de entre diez y diecisiete años posee móvil y un 25 por ciento asegura haber recibido su primer aparato antes de los ocho años.Educación y Avacu recomiendan que padres y madres proporcionen móvil a sus hijos solamente cuando estos estén en edad de realizar un correcto uso de él.

Más de la mitad de los jóvenes de entre diez y once años dispone de teléfono móvil para uso propio
Más de la mitad de los jóvenes de entre diez y once años dispone de teléfono móvil para uso propiolarazon

Un estudio realizado por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), en colaboración con la Conselleria de Educación, revela que un 54,1 por ciento de los niños y niñas de entre diez y once años dispone de teléfono móvil para uso propio. Así se desprende del "Informe sobre el uso del móvil en los adolescentes", realizado sobre una muestra de 1.025 escolares de la Comunitat Valenciana de edades comprendidas entre los 10 y 17 años y presentado recientemente por el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, y el presidente de Avacu, Fernando Móner.

Asimismo, el informe concluye que el teléfono móvil "se ha convertido en una herramienta de uso cotidiano para los más jóvenes, ya no únicamente para comunicarse con otras personas mediante llamadas o mensajes, sino como un elemento de ocio con sus funciones de Internet, fotografía, vídeo o acceso a videojuegos".

Según se desprende de la encuesta, un 78,6 por ciento de los jóvenes de entre 10 y 17 años dispone de teléfono móvil y únicamente un 21,3 por ciento de los encuestados afirma no contar todavía con uno para uso propio. Si se comparan estos datos con los de la encuesta sobre videojuegos realizada por Avacu en 2007, se observa un incremento de los menores que poseen teléfono móvil, ya que el porcentaje en esa fecha era del 61,1 por ciento.

Los datos de informe de 2010 también muestran que un 85,8 por ciento de los encuestados en el tramo de 12-13 años cuenta con móvil y que este porcentaje sube al 93,2 por ciento en los 14-15 años y al 95 por ciento en los 16-17 años.

Además, también se observa que los jóvenes disfrutan de su primer móvil en edades precoces, ya que casi la mitad de los encuestados (un 43,9 por ciento) reconoce que recibió su primer aparato entre los diez y los once años e incluso el 24,6 por ciento afirma que contaba ya con él antes de los ocho años.

En este sentido, el estudio recomienda a los padres y madres que "proporcionen móvil a sus hijos solamente cuando consideren que estos están en edad y criterio de realizar un correcto uso del mismo". También remarca que los progenitores "deben ser conocer la realidad del uso que sus hijos dan al móvil con el fin de enseñarles a utilizarlo de manera racional y responsable, y advertirles además de los riesgos que conlleva un mal uso, así como controlar las llamadas que realizan".

Recomendaciones a los adolescentes

Por otro lado, Avacu recomienda a los adolescentes no hacer un mal uso del móvil para dañar la imagen de otras personas, no contestar a llamadas de desconocidos, no permitir que el móvil genere dependencia, no cambiar de móvil si no es necesario, añadir en la agenda de contactos del móvil números de interés como el de emergencias o el de la Policía y evitar el envío de mensajes a números anunciados en revistas, televisión o Internet, ya que suelen tener un coste elevado y en la mayoría de las ocasiones se requiere más de un envío para recibir la melodía o imagen en el móvil.

Igualmente, el informe expone que casi la mitad de los jóvenes encuestados (49,3 por ciento) afirma hacer un uso diario del teléfono móvil, mientras que un 34,3 reconoce que lo utiliza en momentos puntuales y un 16,3 por ciento lo hace solamente los fines de semana.
 
Según el estudio, los jóvenes utilizan los móviles para realizar llamadas (96,6 por ciento), para el envío de mensajes de texto (85,6) y para realizar fotos y vídeos (79,56), así como para realizar llamadas perdidas (79,4). La encuesta también permite concluir que el teléfono móvil se ha convertido en un instrumento de ocio y empieza a usarse cada vez más para jugar (50,1), realizar fotos o navegar por Internet (18,3). A todo ello se une que un 19,4 por ciento reconoce utilizar móvil para realizar descargas.

Se aprecia además que cuanto mayor es el niño o niña, mayor uso hace del móvil. De hecho, más de la mitad de los y las jóvenes a partir de doce años afirma hacer uso del móvil todos los días, cuando ese porcentaje baja al 28,1 por ciento en el caso de los niños de entre diez y once años.

Asimismo, una gran mayoría (el 76,2 por ciento) considera que el teléfono móvil se ha convertido en algo imprescindible, mientras que un 13,1 por ciento reconoce que es más un capricho que una necesidad. Además, a la mayor parte de los encuestados el móvil les da seguridad (79,2) y a un 81,5 por ciento les gusta la idea de sentirse localizado. Un seis por ciento llega a considerar incluso que, sin el móvil, no podría tener amigos.

Control de padres y madres

Respecto al control que padres y madres ejercen sobre el uso del móvil de sus hijos, más de la mitad de los encuestados asegura tener esa supervisión de sus progenitores, mientras que un 41,6 por ciento reconoce no recibirla. En el caso de los niños y niñas de entre ocho y nueve años, el control se realiza en casi un 70 por ciento de los casos, pero cae hasta un 40,7 en los adolescentes de entre 16 y 17 años.

Más de la mitad de los jóvenes encuestados (70,7por ciento) afirma que son padres y madres los que pagan las facturas de su teléfono móvil. No obstante, un 18,7 por ciento reconoce que las pagan a medias y tan solo un 8,5 por ciento se responsabiliza de pagarlas en su totalidad.

Los jóvenes suelen jugar a videojuegos a través del móvil, pero la mayoría lo hacen de forma ocasional (51,5 por ciento). Sin embargo, cabe destacar que cuanto más joven se es, más uso se le da a este tipo de aplicaciones a través del móvil.

Por otro lado, la gran mayoría de los jóvenes afirma no haber recibido ningún vídeo donde se insulte o agreda a compañeros o profesores. Sin embargo, en los chicos y chicas de edades comprendidas entre los doce y los quince años se aprecia un leve incremento de los que afirman haber recibido en su móvil un contenido de dichas características. En el caso de los niños de doce a trece años, ese porcentaje es del 9,2 por ciento, que se eleva al 9,3 en el tramo de catorce a quince años.