Barcelona
Dudas estivales
Supongo que ahora, para conseguir que alguien tenga interés en esta columna, tendría que escribir el nombre de Sara Carbonero. Como ya lo he hecho, creo que puedo seguir redactando este humilde texto. Estamos ya a mediados de julio, en pleno y calurosos verano, mientras algunos se preparan para hacer la maleta y marcharse. Ese es un buen tiempo para intentar deshacerse de misterios.Llevamos varios en estos días. El que me resulta más llamativo es el de un carro de la compra que me encuentro en ocasiones camino de la redacción de este diario. El pobre ha quedado oculto en un parque y no sé si se quedó a medio camino de ser devuelto a un supermercado o es que no daba más de sí.La otra gran duda es qué vamos a hacer sin fútbol. Por unos días, por obra y gracia del Mundial, parece como si nos hubiéramos olvidado de todo, como si la vida se hubiera pintado de un tono rojo lejano a la crisis que estamos viviendo. El «panem et circum» de la Antigüedad, ahora se ha sustituido por un mes de fútbol y un pulpo que adivina el futuro. Tal vez, por unos días, no ha estado tan mal el disfrutar de este paréntesis, pero alargarlo tanto parece casi tan sofocante como el calor que estamos viviendo.Y el otoño vendrá en septiembre. Creo que la cosa promete. Me hablan de alguna propuesta maravillosa para esas fechas como un diálogo entre Degas y Picasso en el museo del malagueño en Barcelona. O que James Ellroy tendrá un nuevo libro acabado. Esperemos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar