Bruselas
La lección de Irlanda y Grecia
Ambos países fueron intervenidos por la UE y el FMI por desajustes parecidos a los que presenta la economía lusa
MADRID- Del rescate de la economía portuguesa se lleva hablando con intensidad desde el mes de enero. Antes, el país vecino ha resistido los ataques contra su deuda soberana como ha podido –con tres planes de ajuste de su economía– y ha visto pasar por delante los «cadáveres» de Grecia, primero, e Irlanda, después. Ahora puede que le haya llegado su hora.
Mayo de 2010 pasará a la historia de la Unión Europea como el mes en el que sus ministros de Finanzas acordaron con el Fondo Monetario Internacional llevar adelante el mayor plan de ayuda financiera internacional a un solo país, Grecia. Finalmente, el domingo 2 de mayo, los ministros de Finanzas europeos acordaron un rescate de 110.000 millones de euros a cambio de que Grecia realizara un durísimo plan de ajuste de su economía, que se ha saldado con una decena de huelgas generales y enormes sacrificios para los ciudadanos en forma de subida de impuestos, reducción de salarios y retoques a la baja en las condiciones del Estado de Bienestar. La caída de Grecia calmó algo el ansia de los especuladores hasta después del verano.
En octubre, conocedores de las dificultades de la banca irlandesa, los especuladores se lanzaron a por la siguiente pieza. Y no tardaron en conseguirla. Las inyecciones estatales para salvar el sistema financiero acabaron por disparar el déficit público hasta niveles imposibles de asumir por los mercados financieros en condiciones normales.
A finales de noviembre, la UE aprobó un rescate de 85.000 millones de euros para tratar de evitar que el contagio atrapara a Portugal y España, por este orden. Los mercados ya han echado cuentas de cuánto costaría la salvación de Portugal: entre 60.000 y 80.000 millones de euros. ¿Y el de España? También tiene precio: 500.000 millones.
No obstante, La Moncloa descartó ayer con contundencia que un eventual rescate de Portugal arrastre a nuestro país. Pese a ello, no ocultaron que esta situación recrudecerá los ataques especulativos sobre Europa y, concretamente, sobre España, «aunque no afectaría a las bases de nuestra economía».
La confianza del Gobierno español reside en la experiencia pasada, después de las dos anteriores oleadas especulativas que siguieron a los rescates de Grecia e Irlanda. «España sigue cumpliendo sus objetivos y los fundamentos de su economía quedaron probados al resistir, no sin dificultades, las oleadas especulativas anteriores», advirtieron fuentes de La Moncloa. Como botón de muestra, citan también como los mercados no respondieron a la baja en la última rebaja decidida por Moody's de la calificación de la deuda española. Estas mismas fuentes del Ejecutivo español avisaron de que la Unión Europea no podrá articular un rescate preventivo de Portugal si previamente el Estado luso no acomete un plan de ajuste y de reformas. La situación que atraviesa Portugal marcará, sin duda, la agenda del Consejo Europeo, que se reunirá hoy y mañana en Bruselas.
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