Abusos a menores
Hijos de género neutro: cinco años sin desvelar si es niño o niña
Nació en casa, no en un hospital, para así borrar huellas. La pregunta "¿qué guapo, es niño o niña?"quedaba siempre sin respuesta. Le pusieron un nombre, Sasha, que tampoco daba pistas. Y desde que nació ha tenido libertad para usar vestidos de chica o de chico. Es la historia del hijo de Beck Laxon y Cooper Kieranm, el último caso de padres que pretenden educar a sus niños con el "género neutro".
Beck Laxon y Cooper Kieranm, una pareja de diseñadores del Reino Unido, se habían propuesto que su pequeño Sasha no se dejara llevar por "estereotipos"a la hora de "decidir"si era un niño o una niña, convencidos de que ésta era, como tantas otra, una opción más en la vida. Por eso educaron al niño con la esperanza de que pudiera entrar a formar parte del mundo como si tuviera "género neutro".¿Cómo conseguirlo? Para empezar, dejándole total libertad para elegir los vestidos que se ponía, ya fuesen de princesa o de futbolista, el rosa o el azul, o incluso un tutú rosa de bailarina y unas alas de hada, con las que se ha mostrado a la sociedad. Lo mismo con los juguetes, que seguían el estricto mandamiento de no ser "de género". Y, por último, borrando cualquier tipo de "contaminación"exterior: en su casa no entró nunca la televisión.Su plan de vida, aparentemente, estuvo en marcha hasta que se toparon con un pequeño imprevisto: al cumplir Sasha cinco años (tampoco en el nombre había pistas), sus padres solicitaron su ingreso en la escuela. Y claro, en la ficha no podía quedar en blanco la casilla sobre el sexo del alumno. Beck y Cooper tuvieron que desvelar el secreto: Sasha era un niño.Hace apenas ocho meses, un caso similar generó un considerable revuelo cuando una profesora de guardería denunció el caso de una pareja canadiense que emprendió una cruzada para que les permitieran educar a su bebé sin componentes "de género", manteniendo su sexo de forma "neutral", con el objetivo de que, posteriormente, tuviera capacidad para elegir.En el caso de los diseñadores británicos, la situación ha ido más lejos, cinco años más, en concreto. Beck Laxon y Cooper Kieranm han mantenido en secreto durante todo este tiempo el sexo de su hijo, ayudados por el hecho de que no se ha podido encontrar la partida de nacimiento del menor en los hospitales de la región, lo que apunta a la posibilidad de que naciera en el propio domicilio.Los estereotipos del sexoLos padres de Sasha aseguran que con ello han pretendido evitar cualquier tipo de "estereotipo"que "encasille"a su hijo a un lado o a otro, condicionándole para comportarse como un hombre o como una mujer. "Esos estereotipos nos parecen estúpidos, porque estamos limitando su forma de actuar. No les dejamos libertad para que opten qué camino deciden tomar", explicó la madre del pequeño, una diseñadora de páginas web de Sawston, Cambridgeshire, al diario británico Daily Mail, quien ha desvelado el caso.Los argumentos no han convencido a la justicia del país, que ya se ha puesto en marcha para iniciar los trámites que lleven a quitar la tutela del niño a sus padres, por considerar que se está atentando contra su dignidad.Según recuerda el psiquiatra infantil Harold Koplewicz, a quien cita el periódico británico, "cuando los niños nacen, no son una pizarra en blanco. Los seres humanos tenemos cerebros masculino y cerebro femenino, y esto causa que los niños se inclinen por una serie de juegos en concreto, o que las niñas desarrollen mejor las capacidades del lenguaje".Su conclusión, por todo ello, es clara: "Intentar criar a los niños con el llamado ‘género neutro' les puede causar un gran problema de personalidad".Por su parte, Daragh McDermott, psicólogo de la universidad Anglia Ruskin University, considera que son difíciles de predecir los efectos que tendrán en Sasha este tipo de educación, especialmente sin analizar el caso al detalle. De momento, la siguiente palabra la tendrá, por lo que parece, la justicia británica.
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