Roma y Milán acogen sendas protestas contra el Gobierno de Silvio Berlusconi

En Roma, convocadas por el sindicato mayoritario CGIL y el partido Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), miles de personas recorrieron las calles de la capital italiana en una manifestación contra los recortes salariales a los trabajadores públicos y en defensa de la instrucción pública, organizada bajo el lema "Público es futuro".

Una protesta por lo que se considera un "ensañamiento"por parte del Ejecutivo en contra de los trabajadores, y a la que se sumaron también numerosos grupos de estudiantes, que ayer ya salieron a la calle en más de noventa ciudades del país para protestar por los nuevos recortes en el gasto público, contemplados en el último plan de ajuste del Gobierno de Berlusconi.

La marcha, que cubrió el trazado de cerca de tres kilómetros que separa la plaza de la República y la del Popolo, en la capital italiana, se desarrolló de forma pacífica, con banderas que testimoniaban la presencia de personas venidas de todo el país, que, entre otros, portaban carteles que hacían alusión además a los escándalos sexuales en los que se ha visto implicado el primer ministro.

El líder de SEL, Nichi Vendola, señaló en declaraciones recogidas por los medios locales que Italia "necesita inversiones para relanzar la sanidad pública y la escuela pública", al tiempo que insistió en la necesidad de "enviar a casa"a Berlusconi.

En esta misma línea se expresó la secretaria general del sindicato CGIL, Susanna Camusso, quien aseguró que "el país ya no puede más". "Italia es un país que no quiere que todo el peso recaiga sobre sus espaldas, es un país que lleva tres años viendo como se niega la existencia de la crisis", afirmó Camusso, que concluyó que no será posible "recuperar la credibilidad mientras el Ejecutivo (de Berlusconi) no se vaya".

Por otro lado, Milán acogió un nuevo encuentro de protesta organizado por la asociación "Libertad y Justicia"bajo el lema "Remendar Italia", en un acto definido como un espacio para todos aquellos que "aguja e hilo en mano, quisieran coser un vestido de dignidad para el país".

La cultura, implicada
Un acto en el que se implicaron numerosos nombres de la cultura italiana como el periodista Marco Travaglio o el escritor Roberto Saviano, autor del conocido libro "Gomorra", así como el premio Nobel de Literatura Dario Fo, quien lanzó duras críticas a Berlusconi desde el escenario habilitado para la celebración de la protesta.

En el manifiesto al que adhirieron los participantes de este acto se indicaba que se sentían "escandalizados"por las noticias y hechos que se desprenden de las instancias del Gobierno.
En dicha declaración, firmada por el presidente emérito del Tribunal Constitucional, Gustavo Zagrebelsky, se subraya que "cada vez de forma más rápida, una parte creciente del pueblo italiano se aleja de aquellos que han sido llamados a gobernar".

Un distanciamiento que según Zagrabelsky puede apreciarse en hechos como los resultados de los cuatro referéndum convocados el pasado junio y que fueron adversos al Ejecutivo, o en los resultados de las últimas elecciones regionales y provinciales, donde el centroderecha de Berlusconi perdió algunos de sus feudos tradicionales, entre ellos Milán.

Asimismo, se denuncia la existencia de una mayoría en el Parlamento, que presta su apoyo a este Ejecutivo, y que está dispuesta a no ver verdades evidentes respaldadas en hechos, "comprometiendo"a la institución y la democracia.