Iberdrola

Las eléctricas temen quedarse sin beneficio

Afirman que la reforma energética se come sus 3.000 millones de ganancia. El Gobierno asegura que el sacrificio se reparte entre todos los generadores

Las eléctricas temen quedarse sin beneficio
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MADRID- La esperada reforma energética, que aún no ha desgranado el Gobierno, pero de la que se conocen ya casi todos los detalles, ha causado inquietud entre las cinco grandes compañías eléctricas. En particular sobre las tres que acaparan la mayor parte del mercado, que consideran que el nuevo marco pone en serias complicaciones el futuro del negocio. El Ejecutivo, por su parte, argumenta que los sacrificios están repartidos entre todos los generadores de electricidad y ofrece extender la vida útil de las centrales nucleares 10 años y 20, las hidráulicas.

El recorte de 1.000 millones a las compañías eléctricas tradicionales aprobado en marzo por el Gobierno para hacer frente a una dura sentencia del Tribunal Supremo por no afrontar el agujero del déficit de tarifa, que alcanza ya los 25.000 millones de euros, sumado a los 2.000 millones que les tocará pagar a las eléctricas vía tasas e impuestos a la producción en el segundo paquete de medidas, que podría aprobarse en el Consejo de Ministros de hoy, se come literalmente los 3.000 millones de beneficio de los negocios de generación y distribución que las eléctricas obtuvieron en 2011, según advirtieron ayer a este diario fuentes del sector.

Las compañías eléctricas tradicionales consideran que el recorte podría llegar a dejar a cero sus beneficios, con efectos perjudiciales tanto para los accionistas de estas empresas, cuya cotización cayó ayer en el parqué madrileño, como para la financiación de la deuda que acumulan, que asciende a más de 70.000 millones. Desde el sector se alerta de que los recortes no sólo no frenarán por completo la generación de déficit, originado sobre todo por las ayudas comprometidas para las renovables, sino que presionarán al alza el precio de la energía, lo que se traducirá en el recibo de la luz. Insisten en que este profundo cambio en el marco regulatorio y tributario provocará un deterioro en el estado general de las empresas, que se verán obligadas a revisar a la baja el valor de sus activos generando una reacción en cadena: rebaja de la calificación, lastrada ya por el contagio de la deuda soberana española, por parte de las agencias de rating; mayor dificultad para obtener financiación, restricción de inversiones, destrucción de tejido empresarial de las firmas vinculadas al sector con la consiguiente generación de desempleo...

El escenario negativo que vislumbran se ve respaldado por los analistas, que consideran sobrepenalizadas a Iberdrola, Endesa y Gas Natural, al afrontar toda la recaudación fiscal que se aprobará con la reforma sobre las energías más eficientes (más la tasa sobre los residuos nucleares y la adicional que soportará la hidráulica), mientras las menos maduras (y por consiguiente más costosas, como la termosolar) sufrirán un impacto limitado.