Ciudad Real
El balonmano vuelve a casa
Cuando el Atlético de Madrid disolvió su sección de balonmano, en 1992, «Joseja» Hombrados ya estaba allí. El capitán de la selección española era, junto a Tomas Svensson, uno de los porteros de aquel equipo. Han pasado casi 20 años para que Hombrados pueda volver a vestir de rojiblanco.
El director general del Balonmano Ciudad Real, Luis Miguel López, anunció ayer el acuerdo por una temporada con el Atlético para utilizar sus símbolos, el escudo y la camiseta a rayas, aunque la gestión será independiente. El presidente continuará siendo Domingo Díaz de Mera y el club mantendrá su estructura en Ciudad Real y sólo se desplazará a Madrid para jugar en el Palacio de los Deportes si se cierra el acuerdo con la Comunidad de Madrid.
Hombrados recuerda ahora cómo se llegó al final de aquel equipo, el primer español en jugar la final de la Copa de Europa. «Jesús Gil nos reunió a todos para comunicarlo. Había muchos problemas económicos y cedió los derechos a una gestora que creó el Atlético de Madrid Alcobendas. Fue una agonía hasta la desaparición un año después». Enrique Cerezo era el presidente de aquella sección de balonmano que llenó las vitrinas del Atlético. «Él y nuestro presidente, Domingo Díaz de Mera, han sido muy importantes para llegar aquí». «Para mí es muy importante volver a casa. Además, la Safa, de donde yo salí, vuelve a ser el filial», recuerda Hombrados. Él, que sólo tenía 20 años cuando el Atlético renunció al balonmano, será ahora el encargado de explicar a los jóvenes lo que significa ese club. «Cuando llegué, me explicaron que la camiseta pesaba mucho y los valores que me enseñaron me han acompañado siempre». El Atlético debutará el 10 de septiembre en la Asobal contra el Valladolid. El equipo de Svensson.
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