España

Del drama a la tragedia por Javier G FERRARI

La Razón
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Qué autoridad moral tiene el PSOE para llamar mentiroso al Gobierno y alentar las movilizaciones en la calle. Cómo es posible que nos desayunemos con descalificaciones que llegan al insulto grosero cuando la inacción de Zapatero y sus ministros, y el engaño permanente de los brotes verdes que nunca existieron, son el origen principal del drama que vive España. Un drama que se encuentra a un paso de convertirse en tragedia si, al final, la intervención de facto que supone la ayuda a las cajas de ahorro termina siendo una intervención de iure. Si hoy, las medidas adoptadas por Rajoy nos parecen durísimas, habrá que inventar un nuevo calificativo para las que tomarían los llamados hombres de negro que enviaría la troika comunitaria. La oposición se equivocará si continúa echando arena a los maltrechos engranajes del Estado. La estrategia de la demagogia y las calles incendiadas que tanto les gusta a IU y a los sindicatos, puede acelerar que la insaciable Alemania de Merkel y sus satélites del norte nos dejen caer en el abismo de una intervención que hipotecaría el futuro de varias generaciones. El PP, siempre apocado ante la fuerza que la izquierda despliega en agitación y propaganda, no termina de encontrar el camino para explicarles a los españoles que sin medidas drásticas no hay futuro. Y las medidas drásticas no terminan de entenderse no sólo por una comunicación incompleta, sino por no atreverse a cortar por lo sano en el gasto de un país que soporta una estructura desproporcionada y, en la mayoría de los casos, mal gestionada. Cargar la mano contra unos, y amagar y no terminar de ser drásticos con otros, tiene difícil explicación. Recortar tan sólo un 20% las subvenciones a sindicatos y partidos mientras se recorta en desempleo y en el ya escaso poder adquisitivo de los muchos funcionarios que trabajan, y bien, por su país, o subir los impuestos hasta límites insoportables, se compadece mal con que UGT y CCOO reciban cantidades escandalosas de nuestros impuestos.