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Murcia

Mieke Bal: Los locos tienen mucho que aportar a la sociedad»

La última frontera es aquella que no podemos cruzar porque está tan cerca que es imposible distinguirla de nosotros mismos. La última frontera, ya sea en el fenómeno de la migración o en la vida mental, es lo que ha motivado a la artista y teórica holandesa, Mieke Bal, a reflexionar sobre la movilidad, el desplazamiento y la fina línea que separa la cordura de la locura

 
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Conceptos, a priori diferentes, pero que la teórica vincula en la muestra, comisariada por el crítico de arte, Miguel Ángel Hernández-Navarro, que se podrá ver en la murciana Fundación José García Jiménez desde mañana y hasta el próximo 29 de marzo.

-En los ocho videos de la muestra observamos que aborda el fenómeno de las migraciones desde puntos de vista diferentes...
-Sí, por un lado, analizo la migración con los problemas habituales del desplazamiento y de la exclusión, y por otra parte, también abordo un aspecto que no se ha tratado tanto y es el lado positivo, la cuestión de la mezcla y el contacto. Me interesa comprender este fenómeno de forma compleja.

-¿Qué le han enseñado los inmigrantes?
-Que son como nosotros, como todos, que tienen vidas interesantes y que si nosotros los acogemos con amistad pueden contribuir tremendamente a la cultura occidental.

-¿Por qué a tantas personas les cuesta empatizar con ellos? ¿Vivimos en una cultura defensiva ante lo desconocido?
-Sí. Es muy difícil salir de esta actitud defensiva. Tenemos miedo de la diversidad y de la diferencia pero, al mismo tiempo, nos atrae. Es importante enfocar la atracción más que el miedo. Existe miedo e inseguridad. Pero todo eso podría cambiar. Con mi exposición quiero aportar mi grano de arena para ayudar a lograr este cambio.

-¿Le preocupa el ascenso de algunos partidos racistas en Holanda?
-Sí, me preocupa mucho que ocurra esto en mi país, pero soy optimista y, creo y espero, que esto cambie pronto porque ahora la situación allí está muy mal.

-¿Se podrían clasificar los ocho videos de la muestra como documentales? ¿En todos aparecen personas reales?
-En todos salvo en «Una segunda oportunidad» que, al abordar el tema de la locura, preferí que fuese una ficción teórica por motivos éticos. No me parece bien tomar imágenes de personas que no saben el uso que se les dará después. En la cultura cinematográfica la locura ha sido un tema de voyeurismo o caricatura y no quería caer en esto. Se trata del único video que se ha rodado con actores, a partir de un guión. No obstante, a pesar de ello, la historia que se presenta también es real, por lo que indirectamente también es un documental. La psicoanalista que trata a los enfermos la interpreta una analista real y la paciente una actriz.

-Psicoanálisis que también está muy presente en «Una larga historia de locura», su película codirigida con Michelle Williams que anteayer presentó en el Cendeac y que tiene secuencias grabadas en Bullas...
-Sí. Esta película está basada en «Mère Folle» una novela de la psicoanalista Françoise Davoine que además es la protagonista del filme. Estoy muy interesada en el psicoanálisis y también considero que los locos tienen mucho que aportar a la sociedad. Además, creo que si fuésemos capaces de ponernos a su lado su salud mental podría mejorar.


Mieke Bal
Es una de las grandes personalidades de la teoría y la crítica del arte y la cultura contemporánea. Ha escrito un gran número de libros fundamentales para entender el arte contemporáneo y, en 2002, empezó a hacer videoarte como una manera diferente de crear conocimiento sobre el mundo. Pasó del libro al video como otra forma de ensayo. «La última frontera» es su primera exposición en España