El Ayuntamiento quiere cerrar las terrazas a la una de la madrugada

BARCELONA- En los últimos dos años se ha multiplicado el número de licencias concedidas a establecimientos de restauración que utilizan el espacio público, pasando de las 2.337 de 2010 a las 4.228 actuales, y se ha producido un incremento del 9 por ciento respecto a principios de octubre de 2011. El aumento de la afluencia de turistas, así como la prohibición de fumar en el interior de los locales y la necesidad de ampliar la oferta de servicios ante la actual crisis económica explicarían este incremento en el uso del espacio público para terrazas.

Este fenómeno, unido a la existencia de hasta 17 normas diferentes aplicables a las terrazas, ha potenciado la elaboración de una nueva normativa que armonice las diferentes regulaciones municipales, agilice y simplifique los trámites administrativos y garantice la convivencia y equilibrio entre el uso de las terrazas y los usos del espacio público.

En esta línea, una de las principales novedades que contempla la nueva normativa es la unificación de horarios, que establece, con carácter general, los horarios de apertura y cierre de domingo a jueves de 8.00 horas a 24.00 horas, mientras que los viernes y vigilias de festivos, el horario de cierre se amplía a las 1.00 horas –frente a las 3.00 de algunas zonas ahora–, aunque estos horarios podrían ser modificados en fechas concretas de interés de la ciudad, del distrito o en emplazamientos situados en zonas turísticas.

El proyecto de ordenanza delimita además el espacio de las terrazas, prohibiendo las instalaciones con cerramientos estables, así como las distancias mínimas respecto a los elementos urbanos y los edificios, garantizando que se deje un espacio libre de paso no inferior al 50 por ciento de la anchura total de la acera.

Condiciones para los locales
La nueva regulación mantiene los parámetros del módulo de terraza básico y contempla un nuevo módulo, el reducido, para una mesa y dos sillas y, además, establece que las terrazas se colocarán separadas de las fachadas y, excepcionalmente, se podrán autorizar terrazas adosadas a la fachada siempre y cuando garanticen la accesibilidad.

La propuesta de la ordenanza, que también regulará los elementos de mobiliario como las estufas o parasoles que hasta el momento no entraban dentro de la normativa, establece una serie de condiciones y deberes de los establecimientos. Así, entre las condiciones destaca la relativa a la licencia de terraza, que se otorgará de acuerdo con la ordenanza de Actividades y Establecimientos de concurrencia pública y podrá ser anual, por temporada o por actos extraordinarios.

Además, los establecimientos tendrán que ampliar su póliza de seguros, que también deberá cubrir los riesgos asociados al funcionamiento de la terraza, y disponer de los servicios sanitarios en la proporción establecida por la normativa municipal teniendo en cuenta que con la nueva normativa la terraza también será computada como aforo. En lo que respecta a los deberes de dichos locales, éstos deberán señalizar el espacio asignado a la terraza, así como mantener éste espacio limpio y sus elementos en buen estado, permitir el uso de los sanitarios al público en general y retirar los elementos de la terraza cuando el local esté cerrado.

«Clara y definitiva»
Por último, el proyecto de ordenanza prevé un régimen sancionador según la gravedad de los hechos, con multas que van desde 750 euros hasta 3.000 euros. La segunda teniente de alcalde, Sonia Recasens, estimó ayer, durante la presentación de la iniciativa, que la nueva ordenanza de terrazas «estará aprobada en el primer semestre de 2013». «Toca debatir y se abre una etapa de negociación intensa con los gremios de los sectores implicados y los partidos políticos. El objetivo es buscar el consenso para llegar a un gran pacto de la ciudad», señaló Recasens.

Por su parte, el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona, Javier Mulleras instó, al gobierno municipal a dejar de anunciar proyectos y a presentar una regulación «clara y definitiva». «El gobierno de Trias ha tardado más de un año en realizar esta iniciativa, que es urgente para mejorar la actividad económica de muchos restaurantes», dijo.