Éxito en la investigación por Daniel Portero

En el auto de procesamiento en la causa del «chivatazo» se recoge todo el proceso desde que se dio el soplo el 4 de mayo de 2006 a miembros del aparato de extorsión etarra hasta la incorporación de las actas entre el Gobierno y los terroristas durante la tregua de 2006 y 2007. Se trata de un claro éxito de Dignidad y Justicia, donde el equipo jurídico de la asociación lleva peleando porque no se archive la causa desde 2009. En condiciones deplorables, las abogadas de esta asociación han tenido que copiar «a mano» los más de 15.000 folios de la causa porque los Sres. Garzón y Ruz lo establecieron así como norma.

Sin embargo, nos queda en la boca un sabor agridulce por el hecho de saber que el juez no ha seguido investigando la trama de responsables políticos que hay detrás de este chivatazo policial. Nadie en este país puede imaginar que un inspector de policía puede ayudar a ETA durante la negociación con la organización terrorista sin que exista una orden política detrás. Es bien conocido que el actual Ministro de Interior, Antonio Camacho, habló por teléfono con el principal procesado de la causa, Victor García Hidalgo, el día antes del chivatazo y también minutos antes de producirse el mismo.

La Audiencia Nacional no estimó la necesidad de que el anterior Secretario de Estado de Seguridad Antonio Camacho declarase como testigo para explicar esas llamadas. Tampoco se ha analizado la relevancia penal de las declaraciones del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, o del ex ministro Javier Moscoso o del propio actual vocal del CGPJ Gómez Benitez en las que manifestaron su implicación en la negociación con ETA y, en cuyas actas se recoge cómo el «soplo» fue una concesión del Gobierno a ETA. Aún falta mucho por averiguar sobre quiénes fueron los responsables políticos que dieron las órdenes a los policías que presumiblemente serán juzgados. ¡A lo mejor, sentarse en el banquillo le puede refrescar la memoria a alguien!