Educación
El Consell modificará el decreto del plurilingüismo
El conseller de Educación, Formación y Empleo, José Císcar ha asumido como propios todos los proyectos de su antecesor en el cargo, Alejandro Font de Mora, aunque reconoce que el decreto sobre el plurilingüismo, que planteaba sustituir las líneas en valenciano por un sistema trilingüe en el que también tenga cabida el inglés, tendrá que sufrir modificaciones
«Partimos de un borrador de decreto, pero no está aprobado y no es ni inflexible ni inamovible», explicó al tiempo que reitera su intención de «hablar» con la comunidad educativa de este tema para que cada uno de sus integrantes les traslade «cómo lo mejoraría».
Garantizó que lo que se acuerde será «sin menoscabo de las lenguas oficiales», aunque defendió que la Conselleria no puede obviar que el 83 por ciento de los padres quiere el estudio de una o más lenguas extranjeras el sistema educativo valenciano.
Este hecho, a su juicio, obliga a la Generalitat a «modificar» las actuales líneas, aunque puntualiza que «no necesariamente» hasta su desaparición.
En una entrevista concedida a la Agencia EFE, Císcar apostó por superar «un desequilibrio muy importante» que hay en la Comunitat Valenciana «entre centros públicos y centros concertados» porque hablar de «más educación concertada es facilitar a los padres la libertad de elección». Ratificó que desde el Gobierno valenciano creen «deseable y conveniente un cierto reequilibrio» entre la enseñanza concertada y la pública «porque se da en otras comunidades autónomas y no parece que allí el sistema funcione mal, sino más bien al contrario».
Sostiene que impulsar los conciertos «no implica obligar a nadie» a que vaya a este tipo de centros ni la desaparición de la educación pública, por lo que remarca que será cuando un padre quiera llevar a su hijo a un colegio público y no pueda cuando se tendrán que «encender todas las alarmas».
El conseller rechaza que apostar por esa política educativa suponga trasladar a este ámbito un modelo de titularidad pública y gestión privada que ya existe en sectores como el sanitario, y recuerda que cuando se habla «de un régimen concesional» no implica perder de vista la idea de que la educación es un «servicio público».
Por otro lado, la austeridad que preconiza el nuevo Consell no será una excepción en esta Conselleria, donde se está preparando «un reglamento orgánico de funcionamiento» que supondrá la reducción de un 30 por ciento del número de altos cargos y personal de confianza de este departamento. El recorte no afectará al funcionariado, «más allá» de alguna reducción en el número de interinos «poco significativa», y tampoco al personal docente, y para el próximo curso se mantendrá una plantilla de cerca de 52.000 profesores.
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