Historia

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Pensamiento ladrón

La Razón
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Lo más increíble del asalto a patadas a la casa de Esperanza Aguirre es la respuesta del ministro del Interior acusando a la presidenta de la Comunidad de presentar una denuncia para utilizar políticamente el suceso. Sólo le ha faltado a Antonio Camacho decir que los agresores eran falsos y que todo es un montaje de la gobernanta para salir en la televisión acusando el PSOE y pidiendo el voto para el PP. Claro, están tan acostumbrados a montajes como el de Bildu o el Faisán, que creen que todo el mundo se comporta como ellos. Y le parece incluso excesivo a don Camacho que Aguirre proteste por no saber cuáles son las diligencias practicadas al respecto.
Es una pena que los cargos más relevantes del país estén en manos de gente tan amateur. Si este aprendiz de ministro tuviese alguna noción de lo que significa el cargo que ocupa, no se habría manifestado con semejante frivolidad en un asunto tan serio. Hubiera llamado a la presidenta de la CAM para informarle en vez de emprenderla a maledicencias contra la «lideresa» poco menos que insinuando que se trata de una invención por motivos electorales.
Y es que el hecho de que ellos se muevan habitualmente en el equilibrio del faisán no significa que los demás tengan necesariamente que hacer lo mismo. Aunque ya sabemos lo que dice el refranero popular sobre el pensamiento del ladrón.