Campaña gallina por José Antonio Vera

La de Rubalcaba y Chacón está siendo, en efecto, una campaña pusilánime, blandengue de formas e impropia de unos candidatos que en vez de dedicarse a debatir entre ellos sobre ideología y programas, se extienden en mítines soporíferos contra Rajoy, como si estuvieran aún en medio de la melé electoral. Y uno se pregunta: ¿pero Rubalcaba a quién se enfrenta, a Chacón o a Rajoy? Otro tanto sucede con la ex ministra de Defensa. Andan ambos midiendo las palabras para no decir nada que pueda incomodar al otro. Y nos quedamos «pasmaos», sobre todo si recordamos el perfil de las primarias norteamericanas entre los demócratas Barack Obama y Hilary Clinton: se batieron decenas de veces en debates televisados, y en los actos de partido se decían de todo con expresiones duras y acusaciones aquí impensables.

Hombre, es verdad que Rubalcaba y Chacón son compañeros de partido y que han compartido la mesa del Consejo de Ministros durante años, y es lógico que no se insulten. Pero una cosa es eso y otra que apenas hablen del contrario en sus actos, y que cuando lo hacen es casi siempre para elogiarle. Tantos son los elogios que, en ocasiones, a Rubalcaba sólo le falta pedir el voto para Chacón, y viceversa.

La conclusión, por tanto, es que estamos ante un debate inexistente, fraudulento, personalista y gallina. Nada de extrañar en personajes como el ex ministro del Interior, acostumbrado más al trabajo soterrado que a dar la cara. Su planteamiento está siendo tan mediocre como lo fue su campaña electoral, la peor que se recuerda en la historia del PSOE con el peor resultado en treinta años. Chacón lo está haciendo mejor, con buen tono mitinero, más trabajo de campo y mayor profundidad. Sólo le falta que diga lo que piensa de Rubalcaba de verdad.