Renfe
Rebelión ciudadana por los 110 km/h
Se acabó circular a 120 kilómetros por hora por las autopistas y autovías de España. Eso es al menos lo que dice la teoría desde ayer, cuando entró en vigor el nuevo límite que rebaja hasta los 110 km/h la velocidad máxima.
En la práctica, serán miles los conductores que vayan por encima del límite. Muchos porque olviden levantar el pie del acelerador ante la falta de costumbre, y otros porque simplemente no piensen acatar la norma.
En lo que sí que coinciden casi todos es en las quejas contra una medida que una amplia mayoría de los conductores consultados por LA RAZÓN tachan de «recaudatoria», además de poner en cuestión su efectividad para ahorrar combustible. El hecho de que se trate de una decisión transitoria unido a que el ahorro conseguido será mínimo ha provocado la indignación de muchos. «En sólo cuatro meses no se ahorra nada», afirma Sergio, un conductor que paró a repostar ayer en la M-50. Para Juan José, otro ciudadano que «estrenó» el nuevo límite, la solución pasa por «reducir coches y viajes oficiales o detener el despilfarro de energía que se produce en muchos organismos oficiales» que mantienen las luces encendidas durante toda la noche.
No obstante, la resignación es el estado de ánimo dominante. Aunque no gusta, la mayoría afirma que cumplirá con la nueva velocidad por temor a las multas. La amenaza de cien euros de sanción por sólo ir a 120 Km/h parece lo bastante disuasoria como para levantar el pie y amoldarse al nuevo límite. Eso es lo que percibía ayer la Guardia Civil, apostada en una autopista de circunvalación de Madrid a la caza del infractor. Ante el cumplimiento generalizado y con tan sólo ocho sanciones impuestas en tres horas, los agentes deciden desmontar el control de velocidad en busca de una ubicación más propicia para multar.
La decisión del Gobierno ha provocado que se disparen las quejas por parte de las asociaciones de automovilistas. El director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, aseguró ayer que la medida «ha generado un gran malestar y revuelo entre los conductores», que consideran que «su único fin es recaudatorio y no de ahorro energético».
Descontento en la red
El malestar se ha extendido también a la cúpula directiva de Renfe. Fuentes de la compañía ferroviaria cuestionan, en declaraciones a LA RAZÓN, la utilidad en el fomento del uso del tren de la rebaja de hasta el 5% del precio de los billetes de Cercanías y Media Distancia aplicada desde ayer. «Por unos cuantos céntimos de menos la gente no cambia su hábito de la noche a la mañana. No deja aparcado el coche y coge Cercanías», avisan fuentes de Renfe.
Sin embargo, advierten de su repercusión en el balance contable de Cercanías y Media Distancia, que se mantienen con una subvención del Estado. Renfe alerta de que, al final, el Estado deberá aumentar su aportación a esta unidad de negocio en 64 millones por los cuatro meses que estará en vigor el recorte de los billetes. Sin embargo, «no se logrará el objetivo buscado: aumentar los usuarios de Cercanías y Media Distancia».
Fomento esperará un mes para evaluar el impacto de esta rebaja del precio del billete. No obstante, fuentes gubernamentales coinciden con Renfe en que esta medida por sí sola no provoca un alza de usuarios del tren. «Se trata de fidelizar a los clientes y, para ello, se necesita la adopción de un conjunto de medidas a medio y largo plazo». De hecho, la normalidad fue la tónica imperante en estos trenes, aunque aún no existen datos fiables de la afluencia de pasajeros. La única nota de color ayer corrió a cargo de las quejas de clientes de Avant, servicio incluido en los de Media Distancia, tras comprobar que Renfe no había aplicado el correspondiente descuento. Las redes sociales se convirtieron en el mejor escaparate del descontento de esos ususarios. Incluso quedó recogido en Twitter que Renfe consideraba que sí se aplica a estos trenes la rebaja, lo que obligó a Fomento a aclarar que la rebaja sólo afecta a la red convencional de Media Distancia.
Otro recurso en el Supremo por el nuevo límite
- La organización DVuelta y la plataforma ciudadana Movimiento 140 presentaron ayer ante el Tribunal Supremo un recurso contencioso administrativo contra el Decreto que establece el límite de velocidad de 110 kilómetros por hora en las autovías y autopistas, y que entró ayer en vigor ante el rechazo mayoritario de los conductores.
- Ambas organizaciones aseguran que lo que se pide es que se suspenda de manera urgente la vigencia de la norma, al tiempo que aseguran que el Tribunal Supremo se tendrá que pronunciar con urgencia sobre la suspensión de la aplicación del nuevo límite. AEA también ha anunciado otro recurso.
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