Colombia

98 militares españoles muertos en Afganistán

La muerte del sargento primero Joaquín Moya Espejo, de 35 años, eleva a 98 el número de españoles que han perdido la vida desde el inicio del despliegue en Afganistán en 2002. De ellos 95 pertenecían al Ejército, dos a la Guardia Civil y el último era un traductor.

La de Afganistán es la misión que más vidas humanas ha costado a España, seguida de la misión de Bosnia-Herzegovina, con 23 muertos. También es la primera misión donde las tropas españolas han sufrido un atentado suicida.

El primer siniestro se produjo el 26 de mayo de 2003 cuando un avión Yakovlev 42 se estrelló en Turquía y se cobró la vida de 62 militares españoles que regresaban de Afganistán.

En el suceso, el más grave en la historia de las Fuerzas Armadas españolas, perdieron la vida además los trece tripulantes del avión, 12 ucranianos y un bielorruso, con lo que el balance total fue de 75 muertos.

El 16 de agosto de 2005 murieron diecisiete militares españoles cerca de Herat (oeste de Afganistán) al estrellarse el helicóptero en el que viajaban.

Las primeras víctimas españolas de un atentado suicida se produjeron el 9 de noviembre de 2008 cerca de Herat. Ese día la explosión de una furgoneta bomba, que embistió al último blindado de un convoy militar, acabó con la vida del brigada Juan Andrés Suárez García y la del cabo primero Rubén Alonso Ríos. Además otros cuatro militares resultaron heridos en un atentado reivindicado por la insurgencia talibán.

Las últimas víctimas mortales españolas en suelo afgano habían sido el sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín, natural de Colombia, que murieron el 26 de junio de este año al explosionar un artefacto al paso del vehículo blindado en el que viajaban, en la localidad de Qala-i-Naw.

España participa en el despliegue de fuerzas internacional ISAF en Afganistán, junto a medio centenar de países, desde enero de 2002. Ésta fue creada en 2001 por mandato de la ONU y está bajo control de la OTAN desde 2003.