Sevilla

Todo es como antes

Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil coinciden en muy pocas cosas. Una de ellas es la injusticia que cometieron al no renovar el contrato de Gregorio Manzano al final de la temporada 2003/2004.

Goyo Manzano, durante un partido con el Sevilla
Goyo Manzano, durante un partido con el Sevillalarazon

Aquel equipo, que empezaba en Juanma y acababa en Nikolaidis, terminó sólo un gol por debajo de la clasificación europea. Insuficiente para los dueños de un equipo que dos años antes estaba en Segunda. Ahora, han decidido darle otra oportunidad. El club había elegido ya en la tarde del martes. En realidad, eligió la Roma a Luis Enrique y Caminero dejó de buscar cuando encontró a Manzano. «De todos lo que han sonado es el único que conozco porque ya ha trabajado con nosotros», reflexiona Cerezo. Aunque el presidente se ha mantenido al margen de las negociaciones.

En la mañana de ayer se cerraron las negociaciones. Primero, en el despacho de su agente, Manuel García Quilón, con el gerente del Atlético, Clemente Villaverde, y el director deportivo. Más tarde, en el Calderón. Cerca de las tres de la tarde, el nuevo entrenador del Atlético abandonaba el estadio con una sola frase: «Estoy muy contento». Manzano se ha comprometido sólo por una temporada, igual que en su primera época. Hace años que el Atlético aprendió a no comprometerse con sus entrenadores en contratos largos que sabía que acabaría incumpliendo.

Ocho años después, regresa al banquillo del Atlético con una plantilla muy parecida a aquella que dejó. La diferencia es que en lugar de Torres queda Forlán y que Gabi, al que hizo debutar en el primer equipo, vuelve ahora de Zaragoza como gran fichaje. El centrocampista se estrenó con él en Primera División. Igual que Toché, Arizmendi y Manu del Moral, que el lunes debutó con la Selección española. Manzano no tenía a Agüero ni nada parecido y tampoco lo tendrá la próxima temporada.

La atención a la cantera era una de las exigencias del club para el nuevo entrenador. El Atlético ha decidido pintar toda su estructura de rojo y blanco, con antiguos futbolistas del primer equipo en los cargos de responsabilidad y quiere que el «sentimiento atlético» se traslade también al primer equipo. Hace unos años, con la llegada de García Pitarch y Amorrortu, Miguel Ángel Gil defendía la profesionalización de la estructura deportiva. Ahora, la vida circular del Atlético le ha llevado hasta el sentimiento de Caminero y Aguilera y a reparar los errores cometidos en el pasado con Manzano.

Al Atlético le queda ahora por resolver la confección de la plantilla. «Está hecha», asegura Miguel Ángel Gil. Pero quedan por rellenar los huecos que dejarán De Gea y Agüero. Para el puesto de director deportivo y el de entrenador ya le ha sido imposible contratar a su primera opción. Con los jugadores no tiene por qué ser diferente. La pareja que formaban Toni y Kiko era la preferida para la dirección deportiva. Caminero figuraba en esa estructura como el segundo de Toni, pero ha terminado siendo el primero. Manzano tampoco era el elegido para el banquillo. Benítez, Caparrós y Luis Enrique estaban antes. El ex técnico del Sevilla tiene un año para demostrar que no siempre la primera opción es la correcta.