La reunión de la mesa del carbón concluye sin acuerdo

MADRID- Industria y los sindicatos siguen sin entenderse en el conflicto minero. Tras más de dos meses enfrentados por las subvenciones que afectan a la minería, cada una de las reuniones que han celebrado ha terminado en fracaso. Y la de ayer tuvo el triste honor de no ser una excepción. Ambas partes, reunidas en la sede ministerial junto a la patronal, Carbunión, concluyeron sin éxito el encuentro que les reunió toda la tarde.

 Según explicó a los medios de comunicación al término de la reunión el jefe de la patronal, Victorino Alonso, el encuentro no sirvió para acercar posturas entre las partes debido a la «falta de racionalidad» del Gobierno, que estuvo representado por el secretario de Estado de Energía, Fernando Martí. Según Alonso, las partes se volverán a reunir en septiembre u octubre.

Importante reunión
Las centrales sindicales habían asegurado antes de la reunión que este encuentro era «un elemento necesario para la solución del conflicto», al entender que la Comisión era el «órgano legitimado para dar solución al problema al que se enfrenta la minería».

Antes de la cumbre, el objetivo de Industria era plantear que se mantengan los presupuestos previstos para las empresas mineras durante este ejercicio, que incluyen ayudas por valor de 111 millones. Además, Industria quiere usar las ayudas públicas para reconvertir las cuencas mineras y tiene la intención de volver a reunirse a finales del mes de agosto con empresas y sindicatos, una vez se conozca el techo de gasto para 2013. Entonces, se negociarán las ayudas al sector del próximo año y se sentarán las bases del nuevo Plan del Carbón 2013-2018. El Gobierno pretende respetar en este periodo lo pactado con Bruselas en cuanto a un recorte progresivo de las ayudas, más suave que el de este año.

El fracaso del encuentro vino precedido, curiosamente, de unas declaraciones más que optimistas del ministro de Industria, José Manuel Soria, que por la mañana aseguró percibir un «cambio» en la postura adoptada por sindicatos y patronal, «sobre todo en la percepción» que tienen de los recortes en las ayudas al sector. Soria aseguró que la visión que tenían desde hace meses trabajadores y empresarios era que el Gobierno «tenía algún margen de maniobra para 2012», algo que no sucede, debido a los objetivos de déficit y a las «tremendas» restricciones presupuestarias. «En otras ocasiones, sí existía margen, pero en 2012 tenemos una situación que nunca antes se había dado en España», añadió. Soria destacó que la reducción media de los presupuestos de los ministerios ha sido del 16,9 por ciento, aunque, en el caso de su departamento, alcanza el 32 por ciento.

Los trabajadores del carbón se declararon en huelga indefinida en mayo y cumplieron ayer 66 jornadas de paros –salvo los aragoneses que volvieron al trabajo– en las que han protestado contra los recortes en las ayudas a las empresas.

Sin embargo, Soria destacó que el total de las partidas presupuestarias para el carbón de este año –que contemplan ayudas a empresas y planes de prejubilaciones, de formación y de infraestructuras para las cuencas mineras– asciende a 656 millones de euros, una reducción del 13 por ciento en comparación con los fondos ejecutados el año pasado.

Soria señaló que «desde hace ya algún tiempo», el Ministerio de Industria venía haciendo llamamientos a las partes implicadas para que se sentaran a negociar el Plan del Carbón 2013-2018. Asimismo, recordó que la Unión Europea ha marcado ese año, 2018, como fecha para que finalice la actividad de aquellas explotaciones carboníferas que hayan recibido ayudas públicas.

Los mineros aragoneses defienden como un gesto de bondad el fin de la huelga
Los mineros aragoneses defienden su vuelta al trabajo ayer tras de 66 jornadas de paro como «un gesto de buena voluntad» de cara a las negociaciones que están manteniendo con el Ministerio de Industria para solucionar los problemas inmediatos de las explotaciones y el futuro hasta 2018.
Francisco Montull, minero de la explotación de interior de Mequinenza, destacó que «las movilizaciones no están desconvocadas pero al volver a trabajar mostramos un gesto de buena voluntad ante las negociaciones» con Industria. Montull es uno de los mineros que trabajan en la mina interior de Mequinenza que junto a la de Ariño son las dos únicas interiores que todavía funcionan en Aragón. La empresa Carbonífera del Ebro que explota la mina de Mequinenza explicó a los trabajadores, contó Montull, que con los recortes peligraba la continuidad de la mina y que ya este año tendrían que afrontar recortes de plantilla. A pesar de este «paréntesis», los mineros no renunciaron a las movilizaciones, resalta Francisco, que recordó, como ya expresarom estos días los representantes sindicales desde que se anunciara el fin de la huelga, que las acciones se pueden retomar considerablemente si no hay acuerdos en las negociaciones.