Fernando Alonso
La pataleta del PSM
A los socialistas les hierve la sangre. Tomás Gómez, su líder, no sólo ha cosechado la mayor derrota de la historia de su partido en la Comunidad, sino que el sábado perderá la mayoría de sus «bastiones» en favor del PP.
Entre ellos, el mayor y más simbólico es Getafe, que hasta ahora gobernaba Pedro Castro, presidente de la Federación Madrileña de Municipios y Provincias. Castro fue derrotado en las elecciones el pasado 22-M, tras perder cuatro concejales y quedarse con once y el PP ganar uno y sumar doce. Sin embargo, tanto él como su partido se niegan a asumir que este sábado tendrán que dar el testigo al candidato del PP, Juan Soler, después de 28 años de hegemonía «castrista». En los primeros días tras la debacle, el PSM intentó por todos los medios llegar a un pacto con UPyD para que votaran a Castro. Sin embargo, los de Rosa Díez exigían un pacto a nivel nacional (sobre ley electoral y Educación) que Ferraz se negó a rubricar. Por este motivo, los dos concejales de UPyD se abstendrán y el PP se hará con el bastón de mando en presencia de Esperanza Aguirre, que tiene previsto acudir al momento histórico.
Pese a la evidencia, Gómez y Castro se han propuesto «morir matando». El primero arremetió ayer contra el candidato de UPyD: «Hay un pacto entre la derecha en Madrid, entre el PP y el partido de Rosa Díez, que se puede convertir en un colaborador del blanqueamiento de la corrupción en el PP». Castro, por su parte, decidió tirar contra su propio tejado al criticar la comida mantenida entre Juan Soler (PP) y José Luis Morato (UPyD) el pasado miércoles: «Es inadmisible que el futuro de Getafe se decida en un restaurante del barrio de Salamanca». Y es que Castro debió de olvidar que él también citó al candidato magenta el mismo día sólo unas horas más tarde. La «pataleta» del PSOE tuvo su réplica ayer por parte de Soler que contestó a Castro que «no se decide nada desde el barrio de Salamanca, pero se ha impedido que se decida desde su mansión de Casavieja, Ávila».
Dos enemigos ahora unidos
Gómez y Castro nunca han sido grandes amigos. La tensa relación entre ambos a cuenta de una lucha de poder interna se evidenció con motivo de las primarias socialistas, en las que Castro apoyó a Trinidad Jiménez. Entonces Gómez se hizo con la victoria quiso tomarse la revancha e intentó evitar por todos los medios que el presidente de la FEMP fuera de nuevo el candidato del PSOE en Getafe. Y de nuevo perdió la guerra. Sin embargo, la inminente pérdida de la Alcaldía de la capital del sur ha provocado que estos dos «enemigos íntimos» hayan decidido hacer de tripas corazón y convocar a los medios, hoy, a 24 horas de la toma de posesión del PP de la Alcaldía de Getafe, a una rueda de prensa conjunta para «analizar asuntos de la actualidad de Getafe».
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