Todos los pasos del Papa en el interior de la catedral compostelana

Oración en la Capilla de la Comunión ante el Santísimo
Lo primero que hizo Su Santidad nada más entrar en la Catedral fue orar en la Capilla de la Comunión, una joya del siglo XVIII. Estuvo acompañado de un impresionante y respetuoso silencio, que se hizo particularmente notorio en el momento de arrodillarse ante el Santísimo.

Salutación a los presentes en la Plaza del Obradoiro
Era uno de los momentos más esperados por los miles de fieles que permanecieron en vela toda la noche para participar en la Eucaristía. El saludo del Papa desata la pasión colectiva de los presentes. Benedicto XVI responde con la mejor de las sonrisas, un emotivo abrazo y su bendición.

El Pórtico de la Gloria de la mano del dean
José María Díaz, dean de la catedral, se encargó de explicar con todo lujo de detalles la simbología del Pórtico de la Gloria, la obra cumbre del Maestro Mateo, de estilo románico, concluido a finales del siglo XII. El Papa se interesó por el parteluz con la imagen del Apóstol Santiago. Después de las lecciones de arte, la música de las chirimías gallegas.

El paseo por la nave central acaba por romper el protocolo
Tras deleitarse unos minutos con la música, Benedicto XVI se encamina hacia la nave central de la catedral. Su recorrido dura bastante más de lo previsto en el protocolo. ¿Por qué? Su Santidad intenta contentar a todos y saludar uno por uno a los asistentes y así se lo hace saber a quienes se encargan de velar por su seguridad. Se dirige a cuantos religiosos, enfermos, niños, ancianos encuentra a su paso y reparte bendiciones para todos.

Salida por la Puerta Real y entrada por la Puerta Santa
EL Papa vuelve a salir al exterior y saluda a los fieles que se congregan en la Plaza de la Quintana para regresar al interior del templo, esta vez por la Puerta Santa, la que sólo está abierta en Año Santo. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y las religiosas de Cottolengo reclaman su presencia. Después, baja a rezar ante la tumba del apóstol con el que se funde en un abrazo, al igual que miles de peregrinos este año. Ya en el altar dirige su primer discurso.