Algemesí celebra la declaración de su fiesta como Patrimonio de la Humanidad

Valencia- La localidad valenciana de Algemesí conmemoró ayer la declaración de sus fiestas de la Mare de Déu de la Salut como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad con una recreación de las procesiones, bailes y torres humanas que se celebran cada año los días 7 y 8 de septiembre.

Estos festejos son una tradición de más de 700 años en la que destacan sus procesiones, los castillos humanos de las Muixerangas y las danzas tradicionales como «los Bastonets», «la Cartxofa» o «les Pastoretes», a lo que se suma la cuidada indumentaria de sus participantes en este municipio de 28.000 personas.

El pasado 28 de noviembre, el comité de Expertos de la Unesco anunció la citada declaración y, para celebrarlo, el Ayuntamiento organizó ayer un acto único con una muestra de todas estas actividades, que contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Lugares emblemáticos
La plaza Mayor y la basílica de Sant Jaume fueron los escenarios donde Algemesí celebró su gran fiesta, que tuvo su momento culminante con los tres intentos de la virgen por regresar a la Basílica después de su salida, recreando así los tres periodos que pasaron hasta que la imagen se quedó definitivamente en esta población valenciana.

Fabra aseguró que la declaración de estas fiestas como Patrimonio de la Humanidad ha sido posible gracias al «esfuerzo de generaciones», y señaló a este municipio como ejemplo para el resto de España.

El presidente, que defendió el mantenimiento de las raíces culturales, añadió: «sólo sabiendo lo que somos, podemos llegar a donde queramos, pues Algemesí es un claro ejemplo de cómo se deben hacer las cosas para poder conquistar nuestro futuro con fe y convencimiento».
El alcalde de Algemesí, Vicent García, calificó este día como de único. «Un día que no se volverá a repetir en la historia, aunque el día histórico fue el 28 de noviembre cuando nos notificaron que nuestra fiesta era Patrimonio de la Humanidad. Hoy vamos a hacerle una acción de gracias a la Mare de Déu, un acto único que no se volverá a hacer».