Caso Malaya

La Audiencia Nacional impone por primera vez una condena por pagar el «impuesto revolucionario» a ETA

En la primera sentencia en la que condena a unos empresarios por pagar a ETA, la Audiencia Nacional ha impuesto a las hermanas Blanca Rosa y María Isabel Bruño Azpiroz una pena de un año y tres meses de prisión por pagar a la banda 6.000 euros tras recibir sendas cartas de extorsión en 2003 y 2006.

Así lo han informado a Efe fuentes jurídicas, que han añadido que el tribunal ha estimado que en la actuación de las hermanas concurrió la eximente incompleta de miedo insuperable, por lo que, pese a que la Fiscalía había solicitado para ellas cinco años de prisión y una multa de 27.000 euros para cada una, les ha impuesto una pena que no supondrá su ingreso en la cárcel.

La sala también ha condenado a Blanca Rosa y María Isabel Bruño, presidenta y vicepresidenta, respectivamente, de la empresa Andrés Bruño e Hijos, a una pena de inhabilitación absoluta de tres años y cuatro meses.

La sentencia, dictada por la sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia, cuenta con el voto particular del magistrado José Ricardo de Prada Solaesa, favorable a la absolución de las procesadas al estimar que no había prueba ni de la recepción de las cartas de extorsión ni de que el pago se hubiera realizado.

Durante el juicio, celebrado el pasado 2 de febrero, las hermanas se definieron como víctimas de ETA desde hace 30 años, cuando su padre recibió una primera carta de extorsión en "el 80", y ahora "víctimas de la Justicia"por culpa del procedimiento en el que estaban encausadas.

La Fiscalía basó su acusación en una carta de agradecimiento de la banda dirigida a las empresarias en 2008 y que fue intervenida a la organización terrorista tras la detención del dirigente etarra Francisco Javier López Peña, "Thierry".