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Los hermanos Moro y la Familia Telerín
La Sala El Águila abre sus puertas al universo de uno de los pilares en la historia de la publicidad en EspañaPARA NO PERDERSEDónde: Sala El Águila, calle Ramírez de Prado, 3.Cuándo: abierta hasta el 6 de mayo.
En la Sala Águila se escucha a Cleo de la Familia Telerín: «Ya va siendo hora de que los peques nos vayamos a la cama. ¡Ale!». A su lado Esperanza Aguirre, acompañada de Ignacio González, presentó ayer la exposición «El anuncio de la Modernidad. Los míticos Estudios Moro ( 1955-1970)», un homenaje a los creadores de la publicidad de dibujos animados y a la industria de animación en España. Se podría escribir la historia de un país a partir del estudio de sus anuncios, modas, avances tecnológicos y censuras, un arduo trabajo realizado para esta muestra por su comisario, el escritor Lluís Fernández. Confesaba Lluís que recopilar este material no había sido fácil debido a que no quedaba prácticamente nada, pues se destruyó o se perdió, por lo que ha tenido que contactar con nostálgicos y coleccionistas. Una selección de 200 de los mejores anuncios publicitarios de animación, imagen real y animación de marionetas, realizados desde mediados de los años 50 a finales de los 70. Al otro lado de la vitrina donde se exponen los objetos vintage, juguetes y electrodomésticos protagonistas de los anuncios, es difícil no entonar los pegadizos eslogans de los hermanos Moro. La misma Esperanza Aguirre recordaba con cariño el inolvidable «striptease» de la Gallina Blanca de Avecrem. Además de los míticos anuncios para diversas marcas comerciales, Estudios Moro en colaboración con Movierecords produjeron los primeros programas de variedades para televisión como Gran Parada y películas como «Los chicos con las chicas» de Los Bravos. José Luis Moro fue también el espíritu de la revista «Chicas», donde las jóvenes aparecían ilustradas con un halo de estrellas de cine de Hollywood convirtiéndose en un fenómeno sociológico todas deseaban ser Chicas Moro.
Los Estudios Moro tuvieron especial relevancia en los años del Desarrollismo español, siendo los primeros en crear el producto a partir de la animación, es decir, el inicio del merchandising en España. José Luis como ilustrador y Santiago como creativo y empresario terminaron convirtiendo un estudio casero dedicado a los dibujos animados en un centro puntero de publicidad. Ganadores de tres Palmas de Oro de Cannes, dos copas en Venecia y más de cien premios internacionales, dieron vida a la calabaza Ruperta, El Chollo y La Botilde, mascotas del popular programa de televisión «Un,dos,tres», nos hicieron cantar con las pegadizas canciones de la Familia Telerín y del Cola-Cao, zapatear con las botellas de Tío Pepe, bailar con las vacas de Starlux y desmitificaron la fiereza de El Lobo. Una alegre nostalgia para toda una generación que se sentirá como pez en el agua entre las creaciones de los hermanos Moro, pero recuerden: «Pezqueñines, ¡no gracias! Hay que dejarlos crecer...».
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