Atenas

Luz al final del túnel para condonar la mitad de la deuda griega

El plan para condonar un buena parte de la deuda griega parece ver ya la luz al final del túnel de desacuerdos y regateos entre Atenas y sus acreedores de la banca privada, que hoy coincidieron en que la semana que viene podría firmarse definitivamente un acuerdo.

Tanto el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa a los bancos y fondos de inversión tenedores de deuda griega, como el Gobierno anunciaron tras la reunión que mantuvieron hoy en Atenas que los avances y acuerdos en temas legales y técnicos permiten ser optimistas a ese respecto.

"Esperamos concluir la semana que viene, una vez que la discusión sobre otros temas sigue avanzando", fue el diagnóstico avanzado por el IIF en un comunicado. "La semana próxima estaremos listos para firmar el acuerdo", anunció, más rotundo incluso, el ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, en una nota oficial.

La condonación del 50 por ciento de los 100.000 millones de euros en manos de bancos y fondos de inversión es uno de los pilares de la estrategia diseñada por la Unión Europea el pasado mes de octubre para prevenir la quiebra de Grecia. Su aplicación permitiría que los números rojos del país mediterráneo pasen de representar el actual 160 por ciento del PIB a "sólo"el 120 por ciento en el año 2020.

Ese recorte dejaría las deudas griegas en una dimensión aún elevada, pero asumible, y daría sentido al nuevo préstamo de 130.000 millones de euros acordado por la UE y el Fondo Monetario Internacional.

Aunque el Gobierno griego pretendía acudir el próximo lunes a la cumbre europea de Bruselas con el asunto de la quita ya resuelto, la dificultad de la negociación ha hecho imposible cumplir ese calendario.

El principal obstáculo ha sido el tipo de interés que tendrán los nuevos bonos devaluados que sustituirán a los actuales títulos de deuda y que, según los medios griegos, rondará finalmente el 3,5 por ciento, después de que la propia UE rechazara la pretensión del IIF de un interés más alto.

Paralelamente a la reunión con el IIF, el Gobierno griego siguió hoy negociando las condiciones del nuevo préstamo internacional con la troika que forman el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.

Los tres reclaman a Grecia más medidas de ahorro, como la eliminación de las pagas extras y la reducción del salario mínimo, así como más flexibilidad laboral y recortes en los gastos de sanidad y defensa.

"Discutimos todos los temas relacionados con las reformas fiscales y administrativas, como las que conciernen a la mejora de la competitividad de la economía", indicó Venizelos tras su encuentro con los representantes de la troika.

El responsable de finanzas heleno pidió a sus conciudadanos que entiendan que "mejorar la competitividad reduce la presión sobre los salarios"y advirtió de que todos tienen que asumir sus responsabilidades: "Los empleados, las empresas, los sindicatos, la patronal y los partidos políticos".

De momento, las pretensiones de rebaja salarial de la troika han sido rechazadas no sólo por los sindicatos y la patronal, sino también por socialistas, conservadores y ultranacionalistas, las tres fuerzas que sustentan al Gobierno de coalición que preside Lukás Papadimos.

Por eso, el primer ministro tiene previsto reunirse mañana con los líderes de los tres partidos, para asegurar su apoyo a las medidas de ahorro y los recortes que la UE y el FMI han puesto como condición para seguir insuflando ayuda financiera a Grecia.

Las grietas de ese apoyo se manifestaron esta misma semana, cuando el Parlamento rechazó aprobar una de esas medidas, la liberalización del sector de las farmacias.

En ese ambiente de exigencias a Grecia, el diario Financial Times publicó ayer detalles de un documento distribuido entre los países de la eurozona en el que Alemania propone que Grecia ceda el control sobre su presupuesto a un comisario del Eurogrupo, que podría vetar decisiones gubernamentales.

"La responsabilidad de aplicar el presupuesto del Estado es del Gobierno griego y sólo de él", replicó al respecto el portavoz del Ejecutivo, Pantelís Kapsís.