El permiso para ir al centro en coche se denegará si se puede llegar en bus o taxi

El Ayuntamiento lo aseguró ante las reclamaciones de vecinos y comerciantes sobre el cierre del centro al vehículo privado: se dará respuesta a cada caso particular. Una respuesta que no tiene por qué ser positiva. De hecho, sólo se concederán permisos especiales de acceso a aquellas personas que no puedan llegar a su destino de otro modo, es decir, a pie o en transporte público –autobús, taxi o bicicleta, ya que no hay parada de metro intramuros–. A través de una consulta realizada al departamento encargado de gestionar dichos permisos, LA RAZÓN de Sevilla ha podido saber que la autorización por parte de la Delegación de Movilidad «dependerá del motivo» y «si está suficientemente justificado» con documentos que acrediten la necesidad.

Al plantear la hipotética visita de un allegado con movilidad reducida, se requirieron certificados que acreditasen su minusvalía, asegurando que «aportando la documentación necesaria no habría ningún problema». Si no se dispusieran de informes médicos ni de ningún otro justificante, desde Movilidad se ofrece la opción de remitir la solicitud explicitando la situación puntual, que deberá ser analizada por los técnicos para decidir si se concede o no. Un procedimiento que se aplicará a cada opción, para estudiarla de forma particular, según pudo extraerse de la consulta realizada. En principio, el tiempo de respuesta se sitúa en «uno o dos días» aunque la recomendación para los casos puntuales es tramitar la petición «con la mayor antelación». «En condiciones normales, en el plazo de uno o dos días se le daría una respuesta (telefónicamente)», señalaron las mismas fuentes.

En el escrito, que puede presentarse por fax o en persona –«por internet, de momento no»–, deben constar los datos personales del residente que pretende obtener el permiso, así como una breve exposición de las causas, la matrícula del vehículo «externo» y la fecha –día y hora– en la que está prevista la entrada del coche en cuestión. Una vez autorizado, los datos se trasladarían al Centro de Coordinación Operativa (Cecop) del Ayuntamiento para que excluya la matrícula facilitada de los «cazados» por las cámaras de vigilancia y no tramite la multa de 90 euros que recogerá la ordenanza.

La puntualización de «en condiciones normales» llama la atención porque el Ayuntamiento puede encontrarse, cuando en septiembre comiencen a aplicarse las sanciones, con una avalancha de peticiones y casos sin resolver. Multitud de circunstancias que podrían concurrir y para las que Movilidad, como denuncian asociaciones de vecinos y empresarios, no ha aportado soluciones. Sólo una muestra de cómo la práctica puede echar por tierra los planteamientos teóricos del Gobierno local.

Averías
Si una de las cámaras queda inutilizada, aunque sea de forma temporal y breve, no podrá recoger las salidas o entradas al casco histórico por esa zona. Lo mismo ocurriría si falla el dispositivo que informa del uso de los aparcamientos públicos –que permiten «saltarse» el límite de 45 minutos–. También puede ocurrir que un conductor sufra un incidente con su coche que le obligue a permanecer más tiempo del permitido en el casco histórico, como un accidente o avería.

Calles sin vigilancia
Si se capta la entrada de un vehículo al casco histórico y éste lo abandona por una vía sin cámaras, en el centro de tráfico no constará su salida y será multado. Es posible, por ejemplo, en el eje Barqueta-Feria.

Urgencias
Atender a un allegado enfermo o acudir a una consulta privada por una urgencia no implica eludir la correspondiente sanción. La reclamación será a posteriori.

Atascos o cortes
Si el centro registra atascos puntuales o el corte de alguna calle obliga a salir por otra zona, habría que aportar pruebas para justificar la ilegalidad cometida. Movilidad sólo contempla no multar ante un colapso de grandes dimensiones.