En pleno debate sobre su solvencia la Junta incumplirá el objetivo de déficit

SEVILLa- La bronca entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central por las cuentas públicas regionales centró ayer una parte importante del debate final de la legislatura en la comunidad previo a las elecciones autonómicas del 25 de marzo. Los reproches de «deslealtad institucional» por parte del presidente José Antonio Griñán aparecieron secuencialmente en cada una de sus intervenciones –una inicial, dos réplicas a Diego Valderas y Javier Arenas, y otra más al portavoz del PSOE, Mario Jiménez–. En ese clima de tensión, y asediado por las preguntas del presidente del PP-A, el líder del Ejecutivo andaluz admitió algo que era más que una intuición: Andalucía no cumplirá el objetivo de déficit comprometido por todas las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que en el ejercicio de 2011 era del 1,3% del PIB.

Griñán no dio la cifra exacta, pero sí apuntó que «será seguramente mayor del 1,4» y estará «en la media» del resto de comunidades autónomas. Ese es el argumento que esgrimió para justificar el incumplimiento: el resto de regiones también lo harán. Además, desvinculó las cifras de endeudamiento con la salud de las cuentas públicas andaluzas: «¿Eso qué tiene que ver con la solvencia?», señaló.

La cifra definitiva se conocerá en las próximas semanas, pero Arenas señaló que el desvío podría estar en torno «al 2,6», casi el doble de lo previsto. En este sentido, acusó a la Junta de «endosar» al Gobierno que salga de las urnas facturas y compromisos de pago no reconocidos. «No queremos que nos pase como en Castilla la Mancha o como en el Gobierno de la Nación», donde el déficit encontrado era mayor al anunciado por Barreda y Zapatero.

Arenas, anticipándose a una posible rebaja en la nota de Andalucía por las agencias de calificación, avisó de que si este hecho se produce no culpe a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que en el último Consejo de Ministros mostró su «preocupación» ante el estado de las cuentas públicas andaluzas.

En cualquier caso, el incumplimiento del objetivo de déficit no preocupa especialmente a Griñán, toda vez que defendió que «no es la causa de la crisis y del desempleo». Es una cuestión de modelos, toda vez que aunque defiende las políticas de estabilidad, «no basta». Las elecciones andaluzas dirimirán también si España camina hacia una única senda según las directrices de la Unión Europea, o bien, desde Andalucía se insiste en señalar la inutilidad de la solución escogida. El presidente de la Junta no ocultó su oposición y defendió que el «neoliberalismo» se ha asentado en Europa, mientras que en Estados Unidos –en referencia a Obama– se abre paso la socialdemocracia.

Estos debates de fondo ideológico, tienen su contrapunto en medidas urgentes para «reforzar» la imagen de la Junta. Griñán anunció que la Consejería de Hacienda publicará en su página web los datos de ejecución presupuestaria que remite periódicamente a la Oficina de Control Presupuestario del Parlamento y a los que hasta ahora sólo podían acceder los diputados.