CGPJ

Un TC «progresista» tendrá la llave final

La decisión de ayer de la Sala del 61 del Tribunal Supremo no es definitiva.

La Razón
La RazónLa Razón

Habrá que esperar los más que probables recursos que se interpongan ante el Tribunal Constitucional, el cual tiene de plazo hasta el día 5 para resolver las dudas sobre si Bildu y las agrupaciones electorales que fueron impugnadas tanto por la Fiscalía como por la Abogacía del Estado pueden finalmente concurrir o no a lo comicios municipales y al Parlamento Foral de Navarra del próximo día 22.

Una resolución de la que, además, pende la amenaza del PNV al Gobierno de no apoyar los Presupuestos Generales de 2012, algo que ocurrirá, puesto que desde el propio Ejecutivo, como publicó este periódico el pasado 29 de abril, se tiene el convencimiento de que, finalmente, Bildu estará en las elecciones. Otra cosa es lo que pueda suceder con las agrupaciones electorales.

En este aspecto, no se puede obviar la actual composición del Alto Tribunal. Con la renovación de los cuatro magistrados designados por el Supremo, el pasado mes de enero, los magistrados de tendencia «progresista» forman una mayoría más que suficiente para sacar adelante cualquier resolución, siempre, claro está, que mantengan el mismo criterio, porque no se puede tampoco olvidar que Manuel Aragón se alineó con los «conservadores» en una sentencia tan espinosa como la del Estatut. Su postura es siempre una incógnita.

De hecho, en estos momentos sólo cuatro de los once magistrados que forman el Pleno del TC integran el «bloque conservador»: Javier Delgado, Ramón Rodríguez Arribas, Francisco José Hernando y Francisco Pérez de los Cobos, toda vez que la vacante producida por el fallecimiento de Roberto García-Calvo, en 2008, sigue en esa misma situación, sin que el Congreso, que era quien debía haber producido a nombrar su sustituto, ha incmplido con su deber constitucional.

La pérdida de influencia de los «conservadores» ya se reflejó de forma clara y manifiesta a la hora de elección de presidente y vicepresidente del TC. Para la más alta representación del Alto Tribunal fue designado Pascual Sala, quien contó con el aval de Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Adela Usúa, Luis Ignacio y Eugeni Gay, además del suyo propio. Todos ellos fueron propuestos por el PSOE o el Gobierno.

Para la vicepresidencia, Eugeni Gay -cuyo mandato, al igual que el de otros magistrados, venció en noviembre de 2010- también contó con los mismos apoyos.Manuel Aragón, una vez más, se distanciaba de sus compañeros «progresistas». Éstos son los magistrados que deben resolver los recursos que se interpondrán contra las sentencias de ayer respecto a Bildu y a las 19 agrupaciones electorales impugnadas.

Hernando y Batasuna
Pero, además, no se puede tampoco perder de vista la circunstancia de que Francisco Hernando, en los años que presidió el Tribunal Supremo se pronunció a favor de la ilegalización de Batasuna y de otras candidaturas que pretendían sucederla. Por ello, si uno de los argumentos centrales de la Sala del 61 es que Bildu, o algunas de sus candidaturas, y las agrupaciones electorales no son más que un mera continuación de Batasuna y que ha sido ésta quien las ha instrumentalizado, no es nada descartable.

Más bien pude suceder justo lo contrario, de que pueda ser recusado por entenderse que esté «contaminado», al haberse pronunciado a favor de la ilegalización de Batasuna y toda vez que la misma tiene una relación directa con las demandas ahora resueltas por la Sala Especial del Supremo.

Tercera posibilidad
La decisión del Tribunal Constitucional pone punto y final a las demandas interpuestas por la Fiscalía y Abogacía del Estado. Ello, no obstante, no garantiza que todas las candidaturas impugnadas estén en las urnas del 22-M. Con la reforma de la Ley Electoral, se pueden impugnar listas hasta el día 12 y el Supremo tendría de plazo para resolver hasta las 00:00 del 21 de nayo, justo al inicio de la jornada de reflexión previa a la cita electoral para elegir los nuevos concejales de ayuntamientos vascos y navarros y del Parlamento Foral.