Murcia

«Nuestro jefe de seguridad es musulmán y nunca se ha sentido ofendido»

La discoteca más famosa del municipio de Las Águilas (Murcia) recuperó ayer la normalidad. Después de la polémica suscitada por el nombre del local, los dueños de La Meca se han visto obligados a ceder ante las presiones musulmanas.

La famosa discoteca del municipio de Las Águilas (Murcia), conocida como La Meca, abrió sus puertas este fin de semana con otro nombre
La famosa discoteca del municipio de Las Águilas (Murcia), conocida como La Meca, abrió sus puertas este fin de semana con otro nombrelarazon

La media luna encima de la azulada cúpula, así como su nombre de La Meca, distintivos más significativos de la discoteca, rebautizada como La Isla, guardaba bastantes similitudes con las mezquitas, pero parte de esos símbolos ya han desaparecido. Aun así, ninguna de estas transformaciones han sido relevantes para los lugareños. Más de 7.000 personas abarrotaron el local el fin de semana como muestra de apoyo a los propietarios. La trayectoria del local de copas fue suficiente para superar la polémica que crispaba más de veinte años de historia cuando un «hacker» informático, al parecer un radical islámico, llenara la web de la discoteca con amenazas del tipo «os arrepentiréis si no cambiáis el nombre», «estáis usando en vano un templo sagrado» o «arderéis en el infierno». Los cinco propietarios de La Meca decidieron consultar a las comunidades islámicas en Murcia para acabar con el problema que comenzó cuando un senegalés se negó a trabajar en la discoteca porque diversos símbolos ofendían a su religión, entre ellos, unas inscripciones del Corán, que han resultado ser escrituras similares a la arábiga pero sin ningún significado. No obstante, uno de los propietarios, Pedro Morata, resaltó no conocer a esta persona ni tener constancia del asunto, si bien hizo hincapié en que «son muchos los trabajadores musulmanes que cada día se esfuerzan por sacar adelante este local de hecho, nuestro jefe de seguridad es musulmán y en ningún momento se ha sentido ofendido». Tras la visita de los dirigentes de las comunidades musulmanas, los dueños acordaron retirar todo símbolo que pudiera resultar humillante para la religión musulmana como el minarete, que será un faro marítimo y que ha supuesto un coste aproximado de 100.000 euros. Para Morata la actitud de la comunidad musulmana fue de «total colaboración», y criticó que «ninguna autoridad concerniente a este asunto nos ha llamado para nada». Por su parte, el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en España (Ucide) en Murcia, Mohamed Reda, aclaró que tras los cambios, el problema está «completamente zanjado».