Andalucía

El saqueo socialista por José CLEMENTE

La Razón
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Si Zapatero hubiera gobernado bajo el reinado del último absolutista Fernando VII pueden estar seguros que España no existiría hoy ni como nación, ni como pueblo. Qué error el de las Cortes de Cádiz al pedir su regreso como Rey, y que desastre para España el legado que nos dejó, más bien páramo, en el primer sexenio de su reinado que transcurre entre 1814 y 1820, cuando los liberales asumen el poder y aprueban la restauración de la Constitución gaditana. Y digo que desastre para España porque la camarilla de la que se acompañó fue tan caciquil, despótica y errática, que los daños se prolongaron, al menos, los cincuenta años siguientes a su muerte. Por eso afirmo que si uno de sus colaboradores hubiera sido Zapatero España ya no existiría como país, pues al igual que el odiado Fernando VII, los estropicios causados por el ex presidente socialista son perfectamente equiparables. Y creánme que no exagero ni un ápice o, sino, que se lo pregunten a Murcia, que desde 2009 a esta parte lleva sin ingresar más de mil millones de euros por el diferencial en los ingresos de financiación autonómica en relación al resto de comunidades.

Hemos sido y seguimos siendo de las comunidades autónomas más desafortunadas en este concepto, en favor de otros territorios como Andalucía y Cataluña donde los socialistas querían asegurarse una implantación con recorrido, cosa que al final hemos visto que no lograban al casi perder su feudo andaluz ante el PP, y veremos el próximo 25 de noviembre en las autonómicas de Cataluña. Esto por no citar su colosal batacazo electoral en Galicia y el País Vasco, otra de las comunidades autónomas más favorecidas con los repartos. Lo recordó ayer el presidente Valcárcel en la Asamblea, al afirmar que cada murciano ingresaba 172 euros menos que cualquier otro ciudadano español por la financiación autonómica aprobada por Zapatero en 2009, con el apoyo y el aplauso de los diputados murcianos del PSRM que votaron favorablemente a ese nuevo modelo, un modelo, valga la redundancia, que instaura y confirma esa perversa regla de que hay españoles de primera y españoles de segunda. Con los fondos de ese saqueo socialistas a la Región de Murcia, aquí no habría deuda de ningún tipo.

Según ese sistema de financiación autonómica, Murcia dejó de ingresar ya en 2009 más de 252 millones de euros, al pasar de los 2.496 millones cobrados mediante el modelo de Aznar en 2007, a los 2.184 de 2010, ya con el nuevo sistema aprobado por los socialistas. Y ahora le exigen que sea valiente y plante cara a los suyos para que Murcia no pierda tanto, cosa que Valcárcel hace a la menor oportunidad que se le presenta, como sucedió en el última reunión de presidentes en el Senado el pasado 2 de octubre.

Tampoco me detendré hoy en ese casi medio millón de ciudadanos extranjeros que viven y trabajan en la Región de Murcia, un puñado de «invisibles» a los que el modelo de financiación no tiene presente. Por eso Valcárcel insiste una y otra vez en que sean reconocidos, que el modelo se haga en función de las personas y no de los territorios, y que todos los españoles sean iguales independientemente del lugar en el que se nazca. Por eso el PSOE va a la deriva, porque hoy dicen una cosa y mañana la contraria.