Clandestinidad

Desde que llegaron al Gobierno no han parado de demostrar que tienen una obsesión casi enfermiza con los católicos. Empezaron con una reforma que ha hecho desaparecer del Código Civil el matrimonio entre hombre y mujer para transformarlo en un genérico cónyuges A y B sin especificar. El otro eje del ataque es la ley que eleva a la categoría de derecho la eliminación de la vida del no nacido. Entre medias han negado a los padres la elección de colegios para sus hijos, no vaya a ser que se colapse el sistema a favor de los centros católicos. Todavía queda Legislatura y hay margen para la ley de libertad religiosa que podría suprimir los símbolos del espacio público, sobre todo los católicos. En la información publicada hoy por LA RAZÓN coinciden la obsesión con lo católico y la alergia a lo militar. Si fuera por ellos, la Armada permanecería amarrada a puerto con los curas castrenses en las bodegas. ¿Hasta dónde va a llegar este Ejecutivo? No paran de buscar nuevos frentes que sirven para distraer la atención y moldear la sociedad en una operación que nada tiene que ver con un Estado aconfesional que constitucionalmente reconoce un papel diferenciado a la Iglesia Católica. Hay un sectarismo andante que mientras pide respeto para confesiones poco frecuentes trata de demoler el catolicismo con procedimientos estigmatizadores cuyo objetivo es convertir a la religión mayoritaria en clandestina.