Rajoy garantiza que lo único que busca es la disolución de ETA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió ayer en el País Vasco su política antiterrorista, marcada por la novedad del plan de reinserción de presos etarras que ha sido criticado por las víctimas y también por un sector del partido regional que dirige Antonio Basagoiti. Rajoy respondió a esos recelos con la afirmación de que el único objetivo es conseguir la disolución de ETA, incondicional y sin ninguna negociación por medio. Y subrayó que ETA, que sigue siendo una organización terrorista, tendrá delante la Ley, que es igual para todos los ciudadanos. «De ahí no nos vamos a mover. Ésa es nuestra posición. Tiene que disolverse incondicionalmente», proclamó durante la clausura del Congreso del PP vasco. Rajoy defendió su política antiterrorista y también a Basagoiti, quien ha cerrado filas con el citado plan de reinserción pese a mantener algunas diferencias con su contenido y su presentación, y está también de plena actualidad por su ruptura con el PSE.

Además de la cuestión vasca, Rajoy aprovechó para referirse a la situación económica, en una semana marcada por las consecuencias de la nacionalización de Bankia y por la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que examinará el jueves que viene los presupuestos de todas las comunidades.

Al respecto, Rajoy exigió «seriedad» a las autonomías con la advertencia de que su Gobierno no aceptará que incumplan sus deberes de consolidación fiscal. El déficit de las Administraciones Públicas es malo –resaltó– porque resta crédito para las familias y las pequeñas empresas y porque supone, además, incumplir unas normas europeas que restan credibilidad a España y la perjudican financieramente. «Por culpa del déficit se han tenido que tomar decisiones difíciles, como la subida del IRPF, y se les va a exigir a las comunidades que no gasten lo que no tienen», sentenció el presidente.

El presidente del Gobierno defendió la continuidad de sus reformas y de sus ajustes, ya que su sentido es salir de la crisis y hacer lo «que se debió hacer en el pasado y no se hizo». En cuanto al saneamiento del sistema financiero, defendió la urgencia de que los bancos «limpien» sus balances para que haya crédito, inversión y empleo. «Después de tres años de parches y soluciones parciales», el objetivo del Gobierno es acabar con las dudas sobre el sistema financiero, que vuelva el crédito, y sacar a la venta, a precio de mercado, «cientos de miles de viviendas que están impidiendo que resurja el sector de la construcción».