Drogas

Barra libre para los menores de edad

El 94 por ciento de los jóvenes de 12 a 18 años consigue alcohol «sin dificultad»

El 87% de los jóvenes consume alcohol en fin de semana
El 87% de los jóvenes consume alcohol en fin de semanalarazon

 A estas alturas, a nadie se le escapa que el alcohol es una droga legal y que es la más extendida entre los jóvenes españoles. En el libro «Hablemos del Alcohol», de la Fundación Alcohol y Sociedad (FAS) –que aboga por la educación en lugar de la prohibición–, queda de manifiesto que los menores comienzan a consumir bebidas alcohólicas a cortas edades y que el único objetivo de muchos de ellos es evadirse.

Las primeras conclusiones del libro son que el 61 por ciento de los españoles de entre 12 y 18 años consume habitualmente bebidas alcohólicas y que el 10 por ciento lo hace para «colocarse».

A pesar de que en España está prohibido vender bebidas alcohólicas a los menores –en algunas comunidades hasta los 18 años y en otras hasta los 16–, el 94 por ciento asegura que no tiene problemas para adquirir bebidas de alta graduación y que se emborrachan como mínimo una vez cada dos meses. De ellos, el 69 por ciento se inició en este hábito entre los 13 y los 16 años.

Sobre los días de mayor consumo, el 87 por ciento de los jóvenes que salen los fines de semana confirman que consumen alcohol, y el 45 por ciento dice que tiene permiso paterno para hacerlo.
José Antonio Marina, miembro del Comité Científico de FAS y uno de los autores del libro, afirma que el «modelo médico» para prevenir este consumo «aunque sea necesario, tampoco es suficiente», porque los jóvenes le dan «muy poco valor». Asimismo, destacó que «entre el 30 y el 40 por ciento de los episodios de violencia son causados por el alcohol y también entre el 30 y el 40 por ciento de los accidentes de tráfico». Para el experto, es «absolutamente indecente para la sociedad permitir las prácticas que, como el consumo de alcohol, eliminen el control de la conducta».

«Para prevenir hay que dirigirse a la sociedad. Conseguir que aprendan a beber "bien"en casa», dijo, para puntualizar que antes hay que «educar» a las familias para que no envíen a sus hijos «mensajes contradictorios».