«No voy a jurar nada Sólo me puede juzgar Dios»

MADRID- Puede que César Urquiza, boliviano de 21 años, sólo crea en la Justicia divina y no en la terrenal pero el fiscal pide para él 95 años de prisión y no va a tener más remedio que enfrentarse al tribunal que ya le está juzgando. César está acusado de haber cometido cuatro violaciones, seis atracos y tres faltas de lesiones en 2007, además de liderar la banda de violadores de parque del Oeste. En la sesión de ayer, al volver a la Sala tras el receso, el Urquiza se negó a sentarse en el banquillo y expresó al tribunal que se quería ir porque sólo «puede ser juzgado por Dios. «No voy a prometer ni jurar a nadie porque ustedes no me pueden juzgar», dijo a los magistrados. Tras el incidente, la Sala acordó expulsar al procesado.No obstante, las acusaciones particulares y las defensas se opusieron a esta medida, según Europa Press. En las conclusiones, el fiscal elevó de 87 a 95 años de prisión su solicitud de condena para el cabecilla de la banda por los delitos cometidos entre agosto y septiembre de 2007. Además, se solicitó 18 años de prisión para dos de los otros cuatro procesados (Giovani Javier, V.; ecuatoriano de 22 años y Leslie Carolina, una mujer colombiana de 25 años) acusados de cooperar con Urquiza. El fiscal sostiene que se encargaban de vigilar la zona para que el principal acusado cometiese las violaciones. Las acusaciones particulares aumentaron también su solicitud de condena al incluir en la acusación un delito de asociación ilícita. En la sesión de este lunes, los forenses que examinaron a las víctimas de la banda han ratificado que el ADN recogido en las muestras de cuatro de las chicas violadas coincide al 100 por cien con el perfil genético de Urquiza. Los forenses que examinaron a las víctimas expusieron ante la Sala que el ADN recogido en las muestras de vagina y ropa interior recogidas en los exámenes realizados en la clínica coinciden «sin género de dudas» con el perfil genético del cabecilla de la banda. Los médicos también certificaron las lesiones sufridas por las chicas, de las cuales dos eran vírgenes. Los expertos confirmaron la brutalidad de la se valió el principal acusado para perpetrar las agresiones sexuales, ayudado por sus compañeros. En la última sesión el ex novio de una de las víctimas reconoció a Urquiza como el autor de la agresión sexual.