Ciencias humanas
La deshidratación perjudica el rendimiento intelectual
Un estado de deshidratación moderado reduce en un 20 por ciento el rendimiento físico, según el estudio 'Rendimiento cognitivo e hidratación', publicado en 'Journal of the American College of Nutrition', quien señala que la deshidratación influye en el rendimiento intelectual de los trabajadores.
De este modo, las tareas que requieren "habilidades atencionales, psicomotoras y de memoria inmediata así como las evaluaciones de estado subjetivo", son las más perjudicadas por un estado de deshidratación, según su autora, la profesora Ana Adan de la Universidad de Barcelona.
En general, la deshidratación se define como un balance negativo de agua corporal, cuando la excreción de líquidos excede al consumo. Se puede calificar de severa, si la pérdida es superior al 5 por ciento; leve, si oscila entre el 1 y 2 por ciento, y moderada, si lo hace entre el 2 y 5 por ciento.
Por lo general, un nivel de deshidratación superior al 2 por ciento disminuye la capacidad de memoria a corto plazo tanto para la presentación de material verbal como numérico en adultos jóvenes y personas mayores.
"Una adecuada hidratación es un factor protector de sufrir accidentes laborales o desarrollar patologías, promueve el adecuado desarrollo tanto de tareas físicas como mentales y mejora la percepción de bienestar de los individuos. Por contra, un estado deficitario de hidratación, por leve que sea, no es una condición benigna ya que supone un desequilibrio de la función homeostática del medio interno", recoge el estudio.
LOS DEPORTISTAS, LOS MÁS CONCIENCIADOS
Por lo general, la población está más sensibilizada si práctica un deporte o desarrolla una actividad laboral que requiere de un importante gasto físico. "Si nuestra actividad es sedentaria es mucho más fácil que descuidemos nuestro estado de hidratación, ya que nos suele pasar mucho más desapercibida la necesidad de ingerir líquidos y aunque percibamos estados no óptimos de rendimiento mental no solemos atribuirlos a una insuficiente hidratación", explica Adan.
Por otro lado, los cambios en la cantidad de sales y electrolitos corporales que se producen durante estados de deshidratación en el lugar de trabajo pueden alterar la actividad cerebral y la correcta funcionalidad de diversos sistemas de neurotransmisión que participan en el procesamiento cognitivo pérdida de concentración, aumentando las posibilidades de sufrir algún tipo de accidente laboral.
En este sentido, la composición de las bebidas deportivas comerciales permite conseguir una rápida absorción del agua y los electrolitos y su contenido en carbohidratos --entre el 6 y 8 por ciento-- aumenta los niveles de glucosa en el organismo, la cual resulta "esencial"para el adecuado rendimiento físico y cognitivo.
"Zumos y refrescos, con elevados contenidos de glucosa también son bebidas a tener en cuenta, siempre que no existan circunstancias patológicas, como por ejemplo la diabetes o la obesidad, que desaconsejen su consumo. El consumo de bajas dosis de cafeína combinada con glucosa, como contienen los refrescos de cola, puede ser otra estrategia más favorable que beber solo agua si debemos rendir en tareas de atención sostenida y aprendizaje o memoria", precisa Adan.
✕
Accede a tu cuenta para comentar