Córdoba
Blanca del Rey: «Bailar hecha un trapo no es estético»
–Ha dicho adiós al baile después de medio siglo en las tablas...
–Hay que saber irse en el mejor momento, cuando uno aún no está para los leones. Son pocos los que lo hacen. Bailar hecha un trapo no es estético.
–Dice que se niega a vivir la decadencia sobre el escenario...
–Absolutamente. Es una razón moral: supone respeto a lo que más amas.
–Aquí no deja la silla casi nadie...
–En la política, la erótica del poder debe ser muy fuerte. En el arte, lo es la adicción al aplauso, la vanidad... y a veces la necesidad.
–Duele marcharse. ¿Con qué se cura ese dolor?
–Haciendo otras cosas: coreografiar, enseñar, viajar... Mire, hasta me he cortado el pelo. Me he cortado la coleta, como los toreros.
–Cuando uno se va, le llueven los halagos...
–Sí, pero uno tiene que ser capaz de verse, de ser autocrítico. Yo lo soy. Nunca me he creído los halagos.
–Ahora ya sabe, poco más o menos, lo que dirán de usted cuando muera...
–Claro, ya me han echado los lirios encima. Cuando te retiras, pasas a molestar menos; cuando te mueres, ya no molestas nada. Dejas un poco de sitio, ya no haces sombra a nadie. Se agradece.
–Y te sacan a hombros...
–Entonces se rompen la pana y te echan todas las flores. No está mal.
–Por cierto, que en estos días también se ha despedido Fraga. ¿Alguna vez se animó a bailar en el Corral de la Morería?
–Fue una vez, pero no bailó. Salió Reagan, pero él no. Los políticos son sosos, en general. Además, lo de Fraga debe ser más bien la muñeira.
–Alguno le ha lanzado ahora flores envenenadas...
–Hizo cosas importantes. No se merece palos en la despedida.
–¿Qué le fastidia más de envejecer?
–Las gafas y que se vayan cayendo los «imperios» (risas).
–¿Para quién volvería a bailar la «soleá del mantón» si se lo pidiera?
–Para el Rey y la Reina. Los admiro mucho.
–¿Está segura de que puede vivir sin aplausos?
–Sé que puedo vivir sin ellos, porque me gusta enseñar, coreografiar.
–¿Qué echará de menos?
–El mantón y el mundo que se abre ante ti en el escenario.
–¿Y qué no echará de menos?
–La preparación, los ensayos, los sacrificios... Ahora tendré que hacer ejercicio para no engordar.
–Del mantón al chándal: empieza el cambio...
Con firma propia
Profesión: bailaora, directora artística y propietaria del Corral de la Morería (Madrid).
Nació: en 1948, en Córdoba.
Por qué está aquí: se ha despedido del baile este verano,
en el Festival Internacional del Cante de las Minas.
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