Las agencias de calificación al acecho

Tiempo les ha faltado a las agencias de calificación para lanzar sus primeros mensajes a Rajoy. Tanto Fitch como Standard&Poor's se han apresurado a advertir que la victoria del PP no cambia sus calificaciones, que mantienen en revisión con «perspectiva negativa». Están en su papel las agencias de informar al mercado ante la nueva coyuntura política, pero también es verdad que en sus informes abusan de los adjetivos y se arrogan una autoridad moral que ni poseen ni se les reconoce. Sus consejos son bienvenidos, pero sus imperativos, no.
 

Sacrificio de los abuelos en época de crisis
La mitad de los abuelos cuida a sus nietos casi a diario. Una actividad que no siempre es elegida, sino forzada por las necesidades laborales de los hijos. La consecuencia indeseable es que los abuelos tienen que renunciar a sus tiempo libre y, en no pocos casos, padecen el síndrome de la «abuela esclava». Es cierto que la familia es el principal colchón de millones de parados, pero la ayuda nada tiene que ver con el chantaje emocional y el sacrificio al que muchas veces se somente a los mayores.

San Sebastián: fuera la pancarta contra ETA
El alcalde batasuno de San Sebastián ha esperado a que pasaran las elecciones para retirar la pancarta contra ETA que se exhibía en la fachada del Ayuntamiento desde 2001. El alcalde Izagirre lo ha justificado diciendo que «los nuevos tiempos lo exigían». No, quien lo exige es la banda terrorista, que todavía no se ha disuelto ni ha entregado las armas y se permite dar órdenes a sus ediles. Empezaron quitando el retrato del Rey y no pararán en la pancarta. He aquí otra amarga consecuencia del éxito electoral de Amaiur. Están crecidos.