Milán
Londres acoge un recorrido excepcional por la pintura de Leonardo da Vinci
Un exposición excepcional y única reúne desde mañana en la National Gallery de Londres la mayoría de la pinturas que se conservan de Leonardo da Vinci y pone de manifiesto su extraordinaria capacidad de observación, imaginación y técnica.
La muestra "Leonardo en la corte de Milán", que ha tardado cinco años en organizarse, traza un recorrido por la trayectoria pictórica del polifacético artista del Renacimiento italiano y ha conseguido reunir obras hasta ahora nunca expuestas juntas como sus dos versiones de su "Virgen de las rocas", que ni el propio autor pudo jamás ver así.
Los críticos y expertos no recuerdan una exposición en un museo británico que haya generado tanta expectación, aunque todos parecen estar de acuerdo en que está justificada.
Leonardo da Vinci pintó solo veinte cuadros a lo largo de su carrera, de los que se conservan solo quince, y esta exposición ha conseguido reunir nueve, además de 90 obras que incluyen 50 dibujos y bocetos de Leonardo, y trabajos de algunos de sus discípulos.
"Se trata de una experiencia irrepetible. Nunca antes se ha habían visto juntas tantas pinturas de Leonardo. Además hay que tener en cuenta que todas ellas pertenecen a un mismo periodo, lo que incrementa su valor", ha explicado a Efe uno de los comisarios de la muestra, Arturo Galansino.
La exposición se centra en la producción artística de Da Vinci durante los casi veinte años (de 1482 a 1499) que pasó en Milán, trabajando en la corte del gobernador de la ciudad, el duque Ludovico Maria Sforza, antes de que pintara la Mona Lisa.
Un momento en el que el polifacético italiano se consagró como artista y figura pública y consiguió transformar el mundo de la pintura para siempre."En ese periodo llevó a cabo una especie de revolución en la pintura desde el punto de vista de la representación de las emociones, de la óptica y del interior del alma", resalta el comisario.
Este logro queda patente sobre todo en los retratos exhibidos en Londres, como la famosa "Dama del armiño", en la que Leonardo pintó a la amante de 16 años del Duque Ludovico.
En esta pintura, el artista italiano consigue enaltecer la belleza de la mujer de modo magistral. Al tiempo, está considerado el primer retrato verdaderamente moderno debido a la pose de la modelo, medio girada, y la expresión llena de matices que deja penetrar en su alma.
La fascinación por la anatomía humana de Leonardo queda patente en la muestra, en sus estudios de partes del cuerpo y sobre todo en el retrato inacabado de San Jerónimo, que llega a Londres desde el Museo Vaticano.
Todo ello en un recorrido casi a oscuras pero lleno de detalles, con el que el museo ha sido capaz de plasmar el desarrollo y la evolución de la faceta de pintor del gran artista del Renacimiento.
La muestra ha supuesto un triunfo artístico y organizativo. La complejidad para traer hasta Londres obras tan frágiles y exclusivas -las joyas de algunos museos como el Loubre, el Hermitage o el Vaticano- ha supuesto una verdadera labor de persistencia y diplomacia de más de cinco años.
El interés ha quedado patente también en la respuesta del público, que ha comprado de manera anticipada un número de entradas sin precedentes para ver hasta febrero de 2012 la que está considerada la exposición del año en Londres.
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