Cataluña
Mas se rinde a la «responsabilidad» del PP tras aprobar los presupuestos
Sánchez-Camacho saca pecho y exhibe el poder de su partido ante el Govern de CiU
BARCELONA– CiU y PP escenificaron ayer en el Parlament el acuerdo político que cerraron el día de San Valentín para sacar adelante los presupuestos de 2012, aunque con menos risas, besos y abrazos que en 2011. El gobierno de Artur Mas aprobó los presupuestos para este año con la abstención del PP y el voto a favor del diputado Joan Laporta, la misma fórmula que en 2011 –61 votos a favor, 52 en contra y 17 abstenciones–.
El Govern repitió receta, pero cambió la presentación del plato, más austera y con menos colorido que en verano. En julio del año pasado, los protagonistas del pacto presupuestario, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho y Mas, se dejaron ver juntos en los pasillos del Parlament, intercambiaron sonrisas y dentro del hemiciclo sellaron el acuerdo con un afectuoso apretón de manos.
Este año, con la ola de frío siberiano 2012 todavía coleando, la escenificación del pacto fue más fría. Sánchez-Camacho quería que el president de la Generalitat reconociera públicamente la actitud responsable del PP, por haber evitado que «Cataluña haya quedado bloqueada». Pero Mas estuvo dos de las cuatro horas y media que duró el debate de los presupuestos en su despacho. Y Sánchez-Camacho tuvo que esperar hasta la votación final para conseguir un tímido encaje de manos con el president. Tan tibio, que incluso hubo fotógrafos que no lograron captar la que debía ser la instantánea del día.
Cuentas anticrisis
Antes, durante la sesión de control, Sánchez-Camacho reclamó al president que elogiara la actitud «responsable» y «leal» del PP por haber tendido la mano al Govern para sacar adelante unos presupuestos «anticrisis». Durante una intervención que duró dos minutos y medio, la presidenta del PP catalán sacó pecho en un intento de exhibir el poder que tiene su partido como socio preferente sobre el Govern.
«Usted ha escogido al socio con el que ha querido aprobar las leyes más importantes del país –los presupuestos–», destacó. Sánchez-Camacho buscaba que Mas reconociera que ha elegido al PP como aliado de largo recorrido. «Señor presidente, diga la verdad y haga un reconocimiento de la responsabilidad y la lealtad del PP en momentos de crisis», exigió, antes de señalar con el dedo a los diputados sentados en la bancada de la izquierda –donde están PSC, ERC e ICV– y proclamar: «Este lado de la bancada es el pasado del país y éste otro –la bancada derecha, que ocupan CiU y PP– es el presente».
Tras la actuación de Sánchez-Camacho, intervino el president. Con un tono más reposado, le respondió que «de todo lo que ha dicho, me quedo con una palabra, que para mí es la más importante, responsabilidad». Mas marcó distancias, aunque le reconoció al PP que su actitud «responsable» tiene premio por parte de la sociedad, no castigo. Mirando al resto de grupos, remachó que «los ciudadanos aplaudirán la valentía».
Pero el resto de grupos de la oposición no se mostró receptivo con el mensaje de Mas. Habían ido a criticar unos presupuestos «drásticos», de 37.000 millones de euros, que suponen un recorte del gasto del conjunto de las conselleries del 3,8 por ciento y dan luz verde a nuevas tasas, y no se doblegaron ante el president.
El PSC acusó al Govern de abrir a Cataluña en canal con unas medidas austeras que no son cirugía, sino «una amputación». ERC reprochó a CiU que tuvo otras opciones, pero que prefirió al PP. Ante este panorama, el PP optó por erigirse como líder de la oposición. Se colgó la medalla de haber rebajado la presión fiscal cuando CiU quería convertir Cataluña en «campeona» de tasas en impuestos. Luego aseguró que es la «única garantía» de que los impuestos y tasas sean «temporales». En su intervención final, CiU invitó al resto de partidos a sumarse al pacto político «anticrisis» que tiene con el PP.
El PSC se replantea la relación con CiU
El líder del PSC, Pere Navarro, hizo acto de presencia en el Parlament para avanzar que revisarán sus relaciones con CiU tras el escenario que se ha abierto con el pacto CiU-PP en presupuesto. Aunque no ha cerrado, de momento, la puerta a las comisiones bilaterales entre ambos partidos, sí se pondrá esta cuestión sobre la mesa. En declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlament informó de que propondrá a la ejecutiva del partido del próximo lunes una revisión en «profundidad» de las relaciones de su partido con CiU y pronosticó que el Govern tendrá como socio en la segunda parte de la legislatura a ERC. Tras acusar al Govern de poca «altura de miras» y de abrir un escenario marcado por el «tacticismo político», el dirigente socialista recordó estaban explorando acuerdos a medio plazo, pero que tras el pacto con el PP, lo revisarán.
✕
Accede a tu cuenta para comentar