Un cirujano de hierro

Una buena amiga me preguntaba ayer si Rajoy se atrevería a hacer las reformas que necesita España. No es una pregunta ocasional sino que me la hacen habitualmente. No dudé en contestar que por supuesto. No fue una respuesta con recelos o titubeos, sino mi más firme convicción. Es cierto que no me gustan algunos nombres que suenan para ministros, pero todo son especulaciones porque Rajoy sólo confía en Mariano. Lo cual es un gran acierto. Es cierto, también, que desde el PSOE, con el fervoroso apoyo de su coro mediático, se ha lanzado la mentira de un Rajoy diletante. La realidad es que, con formas amables, es una persona de ideas claras, tenaz y resolutivo. Hay dirigentes que prefieren actuar como patanes y vociferar mientras que otros prefieren la tranquilidad y el sosiego. Rajoy será un cirujano de hierro que se rodeará de un equipo potente ya que no tiene ninguna atadura. Ni dentro ni fuera. No debe nada a nadie excepto a sus votantes. Y, además, no tiene margen para el error. Tiene que acertar a la primera, por el bien de España.