Andalucía
Griñán y el espejo de Blancanieves por Santiago Talaya
Al ubicar las elecciones andaluzas a finales de marzo, Griñán ha convertido la obligada renovación del Partido Socialista en una carrera a lo loco. Con o sin faldas ya lo comprobaremos. Pero las prisas suelen ser para los delincuentes y los malos toreros y esta vez la revisión de los programas y de los discursos y la composición de los nuevos equipos parece que requerirán algo más de tres meses. Porque el 20 N los socialistas han besado de bruces el techo de Fraga. Un periodista como Iñaki Gabilondo ha expresado ya sus dudas sobre si de salvar los comicios andaluces a costa de improvisar el congreso de febrero estaría escribiendo el PSOE el primer capitulo de un nuevo libro o sería por el contrario un postrero premio de consolación, el canto del cisne de una etapa agonizante. Si la mayoría federal se apunta a la primera tesis es posible que los llamamientos desesperados a la apariencia de unidad permitan al actual presidente andaluz llegar con un mínimo de posibilidades a la primavera. Ahora bien, ¿qué ocurrirá si se termina imponiendo la idea de que es mejor fraguar y soldar con tiempo un nuevo y más potente proyecto socialista, menos vicario de Izquierda Unida y que ponga coto a UPYD? ¿Hasta qué punto una primera derrota en Andalucía, lejos de obstaculizar, allanaría el camino para reconstruir ex novo la socialdemocracia española del siglo XXI? Hasta Alfonso Guerra ha admitido que entra dentro de la lógica que alguna vez el partido pierda en su tierra. ¿No es mejor entonces perder cuanto antes, ya, máxime si el horizonte de gestión para Rajoy y Arenas se vislumbra muy ingrato? Aun así es probable que Griñán tenga razón y que, si salva Andalucía, todo será más fácil en el futuro para el PSOE. Claro que entonces la pregunta deba ser otra: ¿puede ser alguien de la cosecha del 82 el primer fruto del 2012? Me gustaría saber la respuesta de Mar Moreno o Micaela Navarro sobre todo después de la campaña de Rubalcaba, «envejecida y masculina» en opinión del propio presidente de la Junta. Todo un tratado sobre pajas y vigas en ojos ajenos y propios.
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