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La agresión a la madre de Zapata deja diez detenidos
Al menos diez disidentes cubanos permanecen retenidos por las autoridades castristas tras la última purga desatada por el régimen de los Castro contra la madre del fallecido Orlando Zapata Tamayo y su familia, según denunció ayer a LA RAZÓN la propia Reina Luisa.
Uno de ellos, Eliezer Montejo está incluso pendiente de ser procesado en Holguín como consecuencia de los «desórdenes» que se produjeron el pasado domingo en la localidad de Banes, al término de la misa a la que acudió Reina Luisa junto a sus hijos y un puñado de disidentes. Sin embargo, como denuncia la madre de Zapata –muerto el pasado 23 de febrero tras una huelga de hambre en prisión de 86 días– fueron los agentes parapoliciales y militares llegados de Holguín los que golpearon y patearon al grupo de opositores en el cementerio donde se encuentra enterrado Zapata.
«Se trata de una ofensiva que llevan programando desde la semana pasada. El domingo llegaron militares de Holguín y de la sección 21 de la Brigada de Intervención. Cuando salimos de la iglesia hacia el cementerio, un sujeto llamado Hermes, auxiliar de la Policía, que nos hostiga cada domingo, comenzó a insultar la memoria de mi hijo. Lo llamó ‘maricón' y me dijo que me iba a matar. Se bajó los pantalones y la Policía no hizo nada», explica Reina Luisa.
En lugar de retener al provocador, en pleno camposanto comenzó una lluvia de piedras contra el cortejo –siempre según el testimonio de varias fuentes de la disidencia consultadas por este diario–. «Se volvieron una turba agresiva. A mí me golpearon, me tiraron al suelo y me patearon. Me partieron la boca y llegaron a amordazarme con un trapo empapado en gasolina. Luego comenzaron a llevarse a los compañeros», añade Reina Luisa, quien denuncia además que las mujeres fueron obligadas a desnudarse para requisar sus móviles.
Aunque en la noche de ayer fueron liberados los hijos y la nuera de Reina Luisa, la purga ha dejado al menos una decena de detenidos de los que se desconoce su situación. Cinco de ellos se encuentran retenidos en Guantánamo y otros dos en Holguín.
Por otra parte, la Iglesia católica cubana inaugura hoy, con la previsible presencia del presidente Raúl Castro, el primer seminario que se abre en la isla en medio siglo, una muestra más de la distensión entre el régimen y la cúpula católica, parte activa en la excarcelación de disidentes.
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