Marcha atrás: vuelven los 120

Cuatro meses le han bastado al Gobierno para dar marcha atrás en su decisión de rebajar la velocidad máxima permitida en las carreteras españolas a 110 kilómetros por hora. Después de un «intenso y fuerte debate» en el seno del Consejo de Ministros y al cobijo de una eventual moderación en las próximas semanas del precio del crudo, el vicepresidente primero consiguió ayer imponer sus tesis frente a las defendidas por Industria y Economía, partidaria de prorrogar esta velocidad hasta otoño próximo. A partir del 1 de julio, las señales de tráfico y los radares de velocidad volverán a los 120 kilómetros por hora en autopistas y autovías.

Y es que el Gobierno se da por satisfecho con los 450 millones de ahorro en la factura energética que se han logrado en estos cuatro meses de moderación de la velocidad. No obstante, sus previsiones iniciales eran más ambiciosas, de 1.400 millones de descenso en el coste en carburante. Con este propósito, invirtió 250.000 euros en tapar las señales. Ahora calcula un gasto mínimo en la retirada de las pegatinas de 110 Km/h.

Con las vacaciones estivales a la vuelta de la esquina, el vicepresidente convenció ayer a sus compañeros de gabinete de que ahora han cambiado las circunstancias que los llevaron a imponer esta medida «transitoria», adoptada para combatir una evolución alcista del petróleo y dentro de un paquete de ahorro energético. «Entonces dijimos que existían previsiones de inestabilidad sobre el mercado petrolero», advirtió. Como botón de muestra, de las estimaciones del Ejecutivo citó los 127 dólares a los que llegó a cotizar el crudo. Cuando se adoptó el nuevo límite, el Ejecutivo consideró que los problemas geopolíticos en el norte de África harían subir aún más los precios del petróleo. Ahora, según el portavoz, este riesgo ha desaparecido.

De hecho, los estudios que maneja el Gobierno apuntan a que el precio del petróleo seguirá bajando. Por eso lo «razonable» es volver a los 120 kilómetros por hora. Sin embargo, el precio del barril de brent se mantiene prácticamente estable desde el pasado 4 de marzo, fecha en la que el Consejo de Ministros aprobó la reducción del límite de velocidad en 10 kilómetros por hora. En esa jornada, el barril cotizó a 115,68 dólares, frente con los 105 dólares de ayer y los 114 dólares a los que cerró el miércoles pasado la sesión. Es decir, su precio ha fluctuado desde el 4 marzo hasta ayer tan sólo en diez dólares.

Merma fiscal
No obstante, el Ejecutivo apuesta por una moderación del precio del barril, que podría llegar a bajar de la barrera psicológica de los 100 dólares en agosto. Mientras, fuentes de Industria sitúan ese descenso en octubre. De ahí que apostaran por prolongar la medida hasta otoño. En la vuelta a los 120 kilómetros por hora también ha pesado el descenso en la recaudación fiscal. Así lo reconoció la vicepresidenta segunda, al término del Consejo de Ministros. No obstante, minimizó su impacto. A su juicio, el ahorro de 450 millones ha sido muy superior a la merma para las arcas de Hacienda que ha supuesto la medida en IVA e hidrocarburos. «Todo ha contado, pero los ahorros en la balanza de pagos son bastante superiores a lo que se ha dejado de ingresar por impuestos».

Mientras, el titular de Interior también minimizó el impacto de esta medida en el numero de muertos en carretera. A su juicio, esta cifra se recorta año tras año desde hace ocho. «Eso significa que nuestra política de seguridad vial está dando resultados». Así, quiso dejar claro que en la decisión de rebajar el límite de velocidad nada tuvo que ver una disminución de los accidentes de tráfico. Pese a ello, se mostró convencido de que a partir del 1 de julio los conductores correrán menos. «Es más seguro, barato y contamina menos». Mi impresión es que los españoles van a correr un poco menos. Desde Interior se lo vamos a recordar continuamente utilizando los paneles luminosos», puntualizó.

Junto con la vuelta al límite de velocidad anterior, decaerá a partir del 1 de julio la medida temporal de recortar una media del 5% el precio de Cercanías y de Media Distancia. En este contexto, es posible que Renfe decida un alza de los billetes de Media Distancia, mientras las autonomías harán lo propio con los de Cercanías.