Barcelona

Mata a su hijo lo descuartiza y luego tira parte de los restos al Huéznar

Villanueva del Río y Minas, en Sevilla, conmocionada por el macabro fin de «Joselillo el loco»

Mata a su hijo lo descuartiza y luego tira parte de los restos al Huéznar
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SEVILLA- Villanueva del Río y Minas se despertó como cualquier lunes de verano. Sus más de cinco mil habitantes comenzaron la jornada bajo el intenso calor provocado por una masa de aire sahariano con el habitual ritual de cada día. Las calles estrechas de este pueblo minero de la sierra asistían al paso esporádico de los vehículos y los «buenos días» de sus vecinos más madrugadores.
Ya hacía varias jornadas que el olor era insoportable y el fuerte calor aumentó el hedor y las dudas sobre la procedencia de la pestilencia que salía de la casa número 35 de la calle Juan Ramón Jiménez. Algo sucedía y los vecinos miraban con recelo cuando pasaban por la puerta del domicilio. Allí vivía José Reina, de 40 años de edad. Todos lo conocían en el pueblo como «Joselillo el loco» debido a su comportamiento fuera de lo común, que se veía acentuado por el consumo de estupefacientes. Había pasado por varios centros psiquiátricos para tratar de paliar su conducta, que le había granjeado una relación nefasta con su padre. La violencia se había instalado en sus vidas dentro de la casa de una planta que compartían desde que volvió de Barcelona. Allí se quedó su madre, lejos de los malos tratos que éste inflingía a su padre de manera habitual y que le valió varias intervenciones policiales y denuncias por actos delictivos, que terminaron en una orden de alejamiento tras una reciente detención. Pero ambos vivían juntos todavía.
«Joselillo el loco» no sabía que la relación que mantenía con su padre se degradaría hasta el extremo de que terminaría descuartizado en cuatro partes sobre río Huéznar. Allí, como un San Serapio, desmembrado, sería localizado sobre las 08:40 horas por un vecino del pueblo que vio los bultos varados en la zona menos profunda. Al percatarse de que en las bolsas había restos humanos alertó a los servicios de emergencias, que llegaron hasta las inmediaciones.
Unos minutos antes, su padre, de 70 años, había levantado sospechas cuando lo vieron circular, llevando la macabra carga, con un ciclomotor por las inmediaciones del puente que cruza un río que en verano tiene el caudal mermado. Desde allí lo vieron lanzar las bolsas con el humano contenido y volverse a su casa, donde el fuerte calor y el mal olor comenzaron a mostrar pistas sobre lo que estaba pasando en el pueblo.
Cuando la Policía Judicial y la Guardia Civil vieron los restos se dieron cuenta de que faltaban trozos. El cuerpo de «Joselillo el loco», desmembrado, no estaba completo. Comenzó entonces una breve investigación que llevó a los agentes hasta la casa de ambos. La vivienda, localizada a las afueras y cerca del cementerio, guardaba una nueva sorpresa en su interior. Junto a la motocicleta, en el patio, estaba el resto del cuerpo en avanzado estado de descomposición. Una de las incógnitas estaba resuelta, pues ésa era la fuente de hedor que había alertado a los vecinos. Concretamente, encontraron el torso y las dos piernas. Junto con éstas, la Policía se llevó al padre, que no opuso resistencia, para que explicara el descuartizamiento. Poco después era detenido.
Todos se preguntaban qué es lo que había pasado para que hubiera podido suceder un hecho así. Nadie podía conocer los entresijos de las particularidades familiares y acertaban a contar las numerosas discusiones que hubo entre padre e hijo. Sí tenía una respuesta el alcalde, Francisco Barrera, que justificó, tras conocer los hechos, que el padre estaría ya «desesperado» por la actitud violenta de su hijo.


Las claves
- La víctima había vuelto hacía poco de Barcelona, donde reside su madre.
- Los malos tratos del hijo sobre el padre eran habituales debido al consumo de drogas y a sus problemas mentales.
- Desde hacía unos días, los vecinos alertaron del fuerte olor que provenía del interior de la casa que ambos compartían.
- Sobre las 08:30 horas de la mañana, algunos testigos vieron al padre tirar las bolsas con los restos al río.
- La Policía encontró en la vivienda al progenitor, que no se resistió al arresto.