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Barcelona repunta como puerta de entrada de la heroína en Europa

Los traficantes utilizan el tren, con menos controles policiales, para distribuirla

Los «muleros» llevan las bolsas de cocaína en su estómago y corren el serio peligro de morir si se rompen. Les delata la actitud nerviosa y unos sudores muy evidentes.
Los «muleros» llevan las bolsas de cocaína en su estómago y corren el serio peligro de morir si se rompen. Les delata la actitud nerviosa y unos sudores muy evidentes.larazon

BARCELONA- La Policía Nacional ha interceptado 136 kilos de cocaína y 22 kilos de hachís y marihuana entre el aeropuerto de El Prat y la estación de trenes de Sants, durante los primeros siete meses de 2012. Por estas operaciones se detuvieron a un total de 85 personas de distintas nacionalidades, según informaron fuentes policiales.

Estas cifras son similares a las decomisadas otros años por la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero la principal novedad son los 2.000 gramos de heroína intervenidos en Sants. Este estupefaciente, a priori, parecía más en desuso que nunca, pero su tráfico está renaciendo, y Barcelona es en parte protagonista.

Los 2.000 gramos de heroína decomisados pueden parecer una cantidad escasa, pero se trata de un dato muy significativo para la Policía Nacional. «Barcelona se ha vuelto a convertir en una de las entradas de Europa de esta droga», alertan las citadas fuentes. La capital catalana se ha convertido para la heroína en el equivalente al hachís en el Delta del Ebro.

Dirección Europa
La heroína que entra a través de Barcelona no se queda únicamente en Cataluña y en el resto de España, se dirige hacia toda Europa, especialmente hacia Italia. El tráfico de esta droga también deriva hacia los países de la Europa del Este.

Barcelona es una ciudad de paso para un tráfico de heroína que, una vez dentro de Europa, está priorizando los trayectos en tren. El motivo, según las mismas fuentes policiales, es que por vía ferroviaria los controles son mucho menores que en los aeropuertos y puertos. No obstante, la Policía Nacional ha aumentado la vigilancia en las estaciones de trenes.

Respecto a la cocaína, se intervinieron 136 kilos de enero a julio de este año, lo que provocó el arresto de 61 personas en en el aeropuerto. «Lo que más llama la atención del tráfico de cocaína es la cada vez mayor diversificación de métodos para intentar introducir esta droga en Europa», destacan fuentes policiales.

La mayoría de los detenidos en El Prat por intentar introducir cocaína en Europa procedían de los denomninados «vuelos calientes», es decir, con origen en países latinoamericanos, sobre todo Colombia y México.

Más que las novedosas o imaginativas fórmulas para hacer entrar cocaína, lo que preocupa a la Policía es que los cilindros o bolsas llenos de este estupefaciente que los «muleros» se introducen en su cuerpo son cada vez más grandes, alcanzando tamaños preocupantes, lo que pone en peligro la vida de estos mensajeros de la droga.

Las mismas fuentes policiales recuerdan que en los últimos meses alguno de estos «muleros» interceptados en El Prat se ha tenido que someter a una intervención quirúrgica. El tamaño de las bolsas de droga puso al límite su cuerpo y los médicos dijeron que tenían dos opciones, operarse o morir. El problema en estos casos es la enorme dificultad para expulsar estos recipientes.

«Se juegan la vida por apenas 3.000 euros», lamentan desde la Policía Nacional. La parte positiva es que «nuestros agentes cada vez tienen más experiencia y cada vez detectan a más traficantes de droga», destacan.