ETA

Y las víctimas

La Razón
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El anuncio del «cese definitivo» de la violencia hecho por ETA el jueves es una buena noticia y punto. ¿Por qué creen ahora a pies juntillas a la banda quienes les tildaban de mentirosos cuando ésta dijo cuándo, dónde y qué negoció con el Gobierno? Además, no es la primera vez que el grupo terrorista vasco afirma algo similar. Durante la tregua de 1998, el portavoz etarra que habló en la BBC dijo que su generación no volvería a empuñar las armas y un año después, ya estaban asesinando. Los políticos demócratas, hasta el jueves, aseguraban que no era suficiente un enunciado, sino que exigirían su disolución y la entrega de armas. En el camino se están olvidando demasiadas cosas, como el perdón necesario a las víctimas por el daño causado. Y es que en medio del triunfalismo sólo se oye hablar de generosidad con los etarras. ¿Se les va a premiar por dejar de delinquir? El Gobierno dice que la política penitenciaria forma parte de la lucha antiterrorista. ¿Dónde queda la independencia de los tres poderes? Los delincuentes deben cumplir sus condenas y también quienes están en búsqueda y captura o inmersos en sumario. Sería deseable que, superada la euforia producida en quienes ansiaban este comunicado, las aguas volvieran a su cauce y los políticos retomaran el sentido común y la defensa del Estado de Derecho sin concesiones hasta que la disolución de la banda sea irreversible.