Huelgas
Blanco y Chacón ultiman el debut de los controladores militares
El presidente del Gobierno deberá autorizar la intervención del Ejército en los aeropuertos españoles.
La advertencia de José Blanco de sustituir a los controladores civiles por militares en los aeropuertos que lo requieran no se quedará en papel mojado. Los Departamentos de Fomento y Defensa ultiman un convenio para desplegar al Ejército, que firmarán en los próximos días José Blanco y Carmen Chacón. Este acuerdo regulará el número de personal militar, de los más de 200 controladores con los que cuentan las Fuerzas Armadas, al que se habilitará para ocupar los puestos de los civiles en las torres de control de los distintos aeropuertos comerciales, si es necesario. Además, enumerará los aeródromos en los que se desdoblará el Ejército, así como el tiempo por el que se le habilitará para ejercer esta labor civil, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes gubernamentales.Una vez suscriban este convenio, la escuela de formación de controladores Senasa, dependiente de Fomento, comenzará la formación de los militares. Los cursos de formación, adaptados a las torres de control correspondientes, se demorará una media de una semana. Por tanto, si es necesario, en la primera quincena de agosto los controladores militares estarán preparados para controlar el tráfico aéreo civil. Previamente, el jefe del Gobierno deberá autorizar el despliegue del Ejército. Mientras, la relación entre el Gobierno y este colectivo se recrudeció ayer aún más. Los controladores civiles amagaron con ir a la huelga para protestar contra el Gobierno. La asamblea nacional de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca) votará este martes la convocatoria de este paro en contra del Decreto de Fomento, que fija los límites de actividad y los tiempos de descanso de este colectivo, aprobado este viernes por el Consejo de Ministros. Según un comunicado de la central, esta norma «es una provocación, que tiene como único objetivo dinamitar las negociaciones» sobre el convenio. Para el presidente de Usca, «todo lo que se ha vivido estos días no ha sido más que una farsa». A su juicio, las declaraciones sobre la negociación de Blanco «no eran más que una de sus piruetas demagógicas y propagandísticas a las que está tan acostumbrado». Por eso consideró la huelga la «única decisión posible para salvar la dignidad de las personas que forman el colectivo». Aena, por su parte, confía en que la asamblea de Usca rechace esta medida de presión. En una nota de prensa, cree que la oferta que la empresa ha presentado en la negociación del nuevo convenio garantiza las condiciones salariales actuales de los controladores.
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