Sergio Aguilar: «El martes pueden darme ya el alta»

 Madrileño de Vallecas, Sergio Aguilar sufrió una pavorosa cogida el pasado domingo en Bilbao. El segundo de Alcurrucén, que ya le había abierto los muslos con una cornada de 15 centímetros en la pierna izquierda, le hirió en el cuello alcanzando mandíbula y paladar. El gélido recuerdo de Julio Aparicio en San Isidro petrificó El Bocho. Afortunadamente, menos de una semana después del percance, vive para contarlo.

–¿Cómo se encuentra? ¿Pasó ya lo peor de un tabaco tan fuerte?
–Las heridas van mejorando bastante, aún tengo los drenajes para limpiar las heridas al máximo y seguiré tomando antibióticos hasta el lunes. A la espera de la evolución, el martes tal vez puedan darme de alta. De ánimos, estoy bien, porque cada día me encuentro mejor con los toros y la actuación de Bilbao fue importante y se ha valorado mucho. Más si cabe tras puntuar también en Dax y San Sebastián.

–¿Qué recuerda de las dos cornadas que sufrió?
–La faena tomó vuelo desde el principio, porque me doblé muy bien con él y empujé mucho en dos series por la derecha. Al natural era más complicado y me echó ya mano en la pierna, pero logré que entrara de nuevo por los dos pitones. Tenía la oreja asegurada, pero quise arriesgar con una serie más de remate para aumentar el triunfo y me cazó con un derrote seco en el cuello que ni se veía venir. Fue más un accidente.

–¿Planeó el percance de Aparicio en San Isidro por su cabeza?
–Sí, me acordé, sí. Era muy parecida por como entró el cuerno. Traté de seguir, pero enseguida brotó sangre de la nariz y la boca, me faltaba el aire y no pude continuar, además notaba la fractura en el paladar.

–Otro toque de atención que sumar a una temporada de nota. ¿Falta sumar ese aldabonazo que lo encumbre definitivamente?
–Necesito, no uno, sino muchos triunfos fuertes. Aunque, pese al percance, creo que el otro día subí un peldaño, se vio mi madurez y el momento en el que estoy.

–El aficionado está descubriendo que Sergio Aguilar no es sólo sinónimo de valor...
–Estar macizo en plazas de tanto peso tiene consecuencias buenas. Además, estás más preparado para resolver las dificultades de los toros y para cuajar a los que sacan raza como el del domingo.

 –¿Cuándo estará de nuevo dando guerra en el ruedo?
–A Colmenar no llego. Pero he pedido que no paren lo que tengo en septiembre, porque quiero volver lo antes posible.

 –¿Sería el mejor premio al esfuerzo volver a Madrid en Otoño?
–No sabemos nada todavía, eso sí, me encantaría volver a Las Ventas. Es mi plaza. Este año puntué muy fuerte allí y quiero regresar.